El propósito de la educación. Purpos/ed [Es]

El grupo Purpos/eds] plantea la cuestión acerca del propósito de la educación y nos invita a reflexionar sobre la misma con el objeto de iniciar un debate. Hasta el momento he leído respuestas como las que siguen:

Como mujer, madre y maestra, para mí, el propósito de la buena educación sería enseñar el arte de vivir siendo uno mismo, una misma, en cualquier circunstancia, lugar, tiempo o dimensión. […] también es encontrar y regalar las herramientas que posibiliten que las personas podamos romper las cadenas que están provocando que nuestra sociedad esté cada vez más enferma (http://navegarsinnaufragar.blogspot.com/)
[que los alumnos] aprendan a ser personas críticas, libres, independientes, capaces de definir sus sueños. (http://victorcuevas.es/educadores21/)
El propósito de la Educación es construir un buen futuro para tu hija y para tu hijo, sin mirar el color de su piel, su pasaporte, su sexo o su religión (http://deestranjis.blogspot.com/2011/04/cual-es-el-proposito-de-la-educacion.html)
El propósito de la escuela es aprender a vivir (tweet)
No empezar de cero. No estar solo. Saber ponernos en la piel del de enfrente. Poder vivir en sociedad. (http://blog.catedratelefonica.deusto.es/el-proposito-de-la-educacion/)
Creo, con todos mis respetos a sus autores, que estas reflexiones no son más que una declaración de buenas intenciones, pero que carecen de contenido, por lo que difícilmente pueden ser discutidas. Si nos ceñimos a la pregunta, tenemos que concluir que no hay respuesta porque la educación no tiene ‘propósito’ alguno. Un ‘propósito’ es una intención de hacer o conseguir algo e implica necesariamente la deliberación consciente y planificada. La educación entonces no tiene propósitos, como no los tiene una silla. Propósitos tienen los individuos y, en un sentido derivado, los grupos de individuos. La educación es un medio que sirve a los propósitos de diferentes individuos o grupos. Por eso sí tendría sentido preguntarse por el propósito de cuantos pretenden reformar la educación.
Ortega sostenía, con razón, que el ser humano es el único ser que consiste en no ser, sino en hacerse. Sabemos (en plural, como hace Punset) que el cerebro es un órgano plástico y que nuestra dotación genética es insuficiente para generar en nosotros conductas que nos permitan sobrevivir. El aprendizaje, en consecuencia, no es un factor accidental en nuestras vidas, sino esencial. No hay ser humano sin aprendizaje. Sin embargo también los animales, o al menos los animales más complejos, necesitan aprender. Pero, siguiendo a Ortega, la indeterminación que exige a los animales aprender ciertas cosas, es menor que la indeterminación humana. Un perro tendrá que aprender a evitar ciertos alimentos o a abrir puertas con la pata; un gatito tendrá que aprender a evitar a las niñas con trenzas y a hurgar en la basura, pero ni el gato ni el perro tendrán que aprender a ser gatos o perros. El ser humano, sin embargo, tiene que aprender a ser humano. Esta diferencia la expresamos diciendo que el ser humano no sólo necesita aprender, sino que necesita educarse o, lo que es lo mismo, formarse. El problema, ahora inevitable, es en qué consiste o en qué debería consistir el ser humano. Y la respuesta, insatisfactoria siempre, es que no lo sé.
Es esta una cuestión peliaguda, pues la pedagogía, que es el nombre que recibe la reflexión (que no ciencia) sobre la educación, entronca aquí con la antropología y con la filosofía y adquiere, además, un carácter normativo. Aunque no sepamos lo que es o deba ser un ser humano, la cuestión es que hay que vivir y que para ello asumimos un proyecto vital que implica de un modo u otro una respuesta a esa pregunta, que puede, o no, ser consciente. El proyecto vital que asumimos no es, por cierto, cualquier proyecto vital. Por decirlo de forma breve: a un ateniense del siglo V a. de C. no se le ocurriría asumir el proyecto vital de una Drag Queen del s. XXI. Esto significa que la propia educación es en gran parte, si no totalmente, la expresión de una voluntad ajena. El propósito de la educación, entonces, es el propósito de los educadores. Y este ya es un terreno en el que el conflicto es tan inevitable como deseable. El intento de eliminar totalmente el conflicto entre los educadores puede ser calificado sin temor a errar como la quintaesencia del totalitarismo. Así pues, en la educación chocarán necesariamente las voluntades de diferentes educadores con diferentes propósitos. En las sociedades cuyo nivel de complejidad ha exigido la aparición de un Estado, éste se convierte en uno de los agentes educadores con propósitos propios, que puede entrar en conflicto con otros agentes educadores, como las familias, las empresas, partidos políticos (que no hemos de identificar con el Estado), confesiones religiosas, o el propio educando. Cada uno tratará de modificar o reformar la educación para que ésta sirva a sus propios propósitos y muchos de ellos tratarán de hacer trampas convenciendo a los demás de que sus propósitos son en realidad los propósitos de la educación. Las democracias liberales occidentales, si quieren seguir siéndolo, deben poner los medios para evitar que ningún agente educador, incluido el mismo Estado, monopolice la educación, y desde la filosofía debemos denunciar, como pura mitología, cualquiera de esos intentos de atribuir a la educación propósito alguno haciendo visible el conflicto entre los agentes educadores.
La democracia sólo sobrevivirá mientras exista ese conflicto; la guerra, como dijo Heráclito, es el padre de todas las cosas.

43 Responses to El propósito de la educación. Purpos/ed [Es]

  1. Hola Felipe!

    Acabo de leer tu comentario en http://purposed.org.uk y tengo que decirte que acabo de enviarte un correo y de intentar contactar contigo via twitter. Con respecto a este post, me gustaría pedirte un favor, y es que me dejes publicarlo como tu aportación a las #500palabras de #PurposedES, eso si, primero si quieres puedes revisar a ver si merece la pena quitar algo que pueda ofender a alguien, si piensas que debes ponerlo íntegro, tampoco me importa, aunque como ya te dicho en el correo, por mi parte, me gustaría que el debate fuera libre de todo insulto, desprecio o cosas parecidas. Creo que somos personas adultas como para poder debatir sin tirarnos al deguello.

    Y ahora, intentaré comentar tu post, cuando acabe de leermelo con más calma 🙂

  2. Ahora si!

    Lo primero, impresionante como escribes, de verdad. Pero con respecto a lo del propósito de la educación, es posible que no tenga que existir, que sea más bien el propósito de una parte de la sociedad… es más, si preguntaramos cual es el fin último de toda sociedad quizás serían muy dispares las opiniones, desde las políticamente correctas hasta las más aberrantes. Pero a pesar de todo, entiendo que sea dificil, ya que es tan dificil como pensar cual es el propósito de un ser humano en la vida. ¿Ser Feliz? Quizás muchos digamos que SI bien alto, pero para muchos otros no lo es.

    El tema, es que cuando hablamos de propósito de la educación, en la sociedad en la que vivimos, siglo XXI, debemos plantearnos o queremos plantearnos que queramos o no esta existe, sea necesaria o no es algo que también deberiamos plantearnos, al igual que deberiamos plantearnos si es necesaria la escuela o quizás esta deberia desaparecer. Las opiniones son diversas, pero quizás si que estemos de acuerdo en que el sistema en el que nos encontramos actualmente, la educación, como sistema, no funciona. Y algo no funciona, cuando los resultados que se esperan, no son los que se están dando.

    Para poder solucionar un problema debemos analizar todos los problemas desde la raíz así como todos los posibles factores que influyen ahi. Por ello debemos replantearnos el porqué de la Educación tal cual la entendemos hoy en dia. En el siglo XIX, la escuela nace con un propósito, la Educación como sistema, tiene un propósito bien claro, generar trabajadores lo más aptos para las fábricas, pero es que hoy dia eso ya no tiene ningun sentido. La sociedad está cambiando y la escuela sigue anclada en un sistema caduco que no sirve para absolutamente nada. Estoy tan convencido de ello, que cientos de alumnos y alumnas, son capaces de superar sus estudios sin acudir un solo dia a clase… con lo que creo que puedo decir bien alto, que no se hasta que punto somos necesarios los docentes. ¿Para potenciar a los que van mejor? ¿Para hundir más a los que van peor? ¿Para seguir segregando? ¿Para evitar mentes críticas capaces de derrocar el sistema en el que vivimos? Actualmente, para el sistema, nuestro rol como maestros es el de adiestrar y domesticar, controlar las mentes que tenemos delante para generar ciudadanos tranquilos, apacibles y contentos con lo que tienen, lo que pueden y lo que son.

    Sinceramente creo que debemos romper con esta estructura, reflexionar sobre ello, y cambiar lo que venimos haciendo hasta ahora, donde solo unos cuantos se benefician. Creo que si podemos aplicar derechos humanos que para mi, son universales, para mi. Ante todo, somos personas, y como tales debemos tratar a nuestro alumnado, personas capaces de desarrollarse en plenitud si el ambiente en el que se encuentran es el adecuado, y la escuela puede ser un buen instrumento para paliar las necesidades de cada uno de ellos y ellas. No vale seguir diciendo que la culpa es de las familias o de la administración, vale que seamos profesionales, y que hagamos nuestro trabajo lo mejor posible, que para algo nos pagan, y si no nos gusta nuestro trabajo, seamos honestos, y dediquemonos a otra cosa.

    Siento no ser tan claro y tener tu dialéctica, pero espero poder seguir el debate.

    Un abrazo

    • 1) Ser feliz es el propósito de todo el mundo, el problema es que no está muy claro en qué consista y, a decir, verdad, no sé si ganamos mucho diciendo que nuestro propósito es ser ‘feliz’. Los propósitos son cosas como comerse un plato de paella o ganar más dinero. Supongo que la felicidad es un subproducto del éxito (de la virtud, decían los antiguos).

      2) ‘Los resultados que se esperan’. ¿Y qué resultados se esperan?

      3) Que la escuela del siglo XIX nazca con el propósito de generar trabajadores para la naciente también sociedad industrial es algo que se va repitiendo por ahí y de lo que no estoy nada seguro. Dudo de que quienes estudiaran en el siglo XIX fueran ‘trabajadores’. La cadena de montaje precisamente permite usar mano de obra no cualificada. No creo que los estudiantes del siglo XIX fueran precisamente ‘trabajadores’. Creo que eso es un bulo que está introduciendo Punset en España. Por otra parte, me extraña que al final tus críticas al sistema educativo (que todavía no me han quedado claras, todo sea dicho) acaben cuestionando al mismo profesor. Hombre, yo creo que precisamente somos los profesores la clave de todo esto. Claro que hay cientos de alumnos que podrían aprobar sin ir a clase, pero eso es porque obligamos a miles a asistir sin aprobar.

      4) ‘generar ciudadanos tranquilos, apacibles y contentos con lo que tienen, lo que pueden y lo que son’ … pues me parece un noble objetivo… tal vez en eso consista la felicidad 🙂

      5) Desde luego no creo que sea la escuela el lugar donde los individuos deban ‘desarrollarse en plenitud’. Eso no es lo que yo espero de la escuela, ni creo que sea legítimo esperar eso.

  3. Hola Felipe

    Me ha parecido muy interesante tu entrada sobe (o para) #purposedES. Coincido contigo plenamente en tu análisis: en primer lugar, las entradas que se han escrito hasta ahora están a diez mil metros de altitud por lo cual el debate – más allá de un debate de principios como el que planteas – es casi imposible; esto no nos preocupa gran cosa a no ser que dentro de unos meses sigamos a diez mil metros: entonces sí será un problema porque significará que no somos capaces de generar un debate mínimamente interesante.

    En segundo lugar, estoy de acuerdo contigo en esa visión conflictiva de la realidad y, más concretamente, de la Educación. Cuando desde el Ministerio se propuso la idea del Pacto por la Educación pensé que éste era más un gesto de cara a la galería que una posibilidad real (puedes verlo en http://deestranjis.blogspot.com/2010/04/un-pacto-por-la-educacion.html).

    No obstante, quienes hemos escrito y quienes escribirán en #purposedES, entre quienes te incluyo obviamente, sí creemos que se pueden cambiar cosas, que se puede mejorar, y que para la mejora es necesario el debate público – incluido el desacuerdo puesto que cada uno acude al encuentro en la red desde sus posiciones ideológicas, sus experiencias vitales y su formación. Precisamente será el desacuerdo lo que haga que el debate sea interesante.

    Me despido, agradeciendo tu reflexión y tu claridad.

    Saludos
    Fernando Trujillo

    • Gracias por comentar, Fernando, y celebro que coincidamos en tantas cosas.
      Creo que, efectivamente, para que el debate sea interesante hay que decir cosas. Afirmar que el propósito de la educación es aprender a vivir aporta bien poco y es algo que difícilmente puede generar un debate enriquecedor.
      Comparto contigo las sospechas respecto al llamado ‘Pacto por la Educación’. Yo no sólo no creo que no es posible (el pacto sólo sería una forma de encubrir el conflicto, no de resolverlo, y se acabaría imponiendo una visión de la educación como si fuera la ‘pactada’), sino que, como se desprende de mi artículo, no es deseable.
      Estamos también de acuerdo en considerar el desacuerdo una condición para el debate, sin embargo, por lo que he podido ver, lo que muchos del grupo #purposedES considerarían ‘mejoras’ yo lo considero ‘perversiones’ del sistema. Esto pone de manifiesto que aquí hay distintas visiones de lo que debe ser la educación, y que probablemente son irreductibles a ningún pacto.

      Un abrazo.

  4. Sobre la discusión acerca del propósito de la Educación, no estoy del todo conforme. La Educación puede tener un propósito al igual que lo tiene la Ciencia, ya que al contrario que una silla, está compuesta por una comunidad de personas que le dan sentido. No hay Educación sin educadores y no hay Ciencia sin científicos. El propósito de la Educación es la resultante de la suma de todos los propósitos de educadores y grupos o iniciativas en torno a la Educación (que no tienen por qué estar definidas por educadores y quizá por aquí vengan los problemas). Así pues, no considero la Educación como algo neutro o sin propósito, al igual que no lo considero para la Ciencia.

    Coincido con la tesis de que el propósito de la educación es -eventualmente, porque hay muchos factores externos- el propósito de los educadores. También coincido en considerar a la Pedagogía más como reflexión que como ciencia, puesto que no emplea sus métodos ni suele trabajar dentro del ámbito de las proposiciones falsables. En este sentido, sea el propósito de la Educación el que fuere, me gustaría romper una lanza a favor de ese pequeño porcentaje de investigadores que basan sus afirmaciones sobre la conveniencia o no de un método de aprendizaje en la evidencia recogida de un diseño experimental. A pesar de que aquí se está debatiendo el por qué de la Educación, fines y medios se mezclan en ocasiones, con resultados cuestionables. No sabemos qué método es mejor para aprender. Quienes afirman saberlo suelen basarse más en analogías, en casos de éxito, en experiencias aisladas, en la casuística, más que en una investigación falsable y replicable.

    Los propósitos de mínimos de la Educación se prestan menos a debate porque, en general, casi todos queremos educar para lograr un mayor número de personas que sepan vivir en sociedad y mejorar colectivamente. Esto, como bien decís, está en conexión directa con el tipo de sociedad que ansía cada uno, y aquí ya saltamos de la Pedagogía a la Política. Por lo tanto, ya que la Educación tiene tanto que ver con la Pedagogía como con la Política, el conflicto está servido. Ambas están mucho más cerca de la opinión que de la ciencia, hay mucho terreno por desbrozar.

    Por último, me alegra que esta iniciativa trate de pasar del mero reconocimiento de la tensión o el problema a tratar de analizar sus causas para poder acercanos a las soluciones. El miedo que me da es que nos quedemos en la identificación de las cosas que no funcionan, o que en la propuesta de soluciones simplemente busquemos el opuesto en el contínuo. Quienes proponen abandonar unos métodos por sus opuestos me recuerdan a los clásicos movimientos pendulares de todas las ciencias incipientes. No es que en el medio esté la virtud, pero sí considero importante que quien proponga desterrar algo por su opuesto, al menos se apoye en la evidencia experimental que demuestre que el volantazo merece la pena.

    Muchas gracias por avivar el debate. La terapia en grupo es necesaria, pero también conviene que discutamos para pulir el mensaje 😉

    • 1) La silla también es usada por personas, que al hacerlo, le dan sentido y en función de sus intereses o propósitos pueden darle distintos usos, como a la educación y a la ciencia. Concretamente en el caso de la ciencia está claro que no tiene propósito alguno, sino que sirve a los propósitos de distintos agentes sociales. Einstein y Joseph Mengele tenían conceptos opuestos acerca de la utilidad de la ciencia, derivados de sus propios propósitos.
      2) El propósito de la educación no puede ser la suma de los propósitos de los educadores, pues aquí estaríamos sumando cosas incompatibles, esa suma no da ningún resultado.
      3) esos mínimos que señalas (saber vivir en sociedad y mejorar colectivamente) no me parecen tales mínimos. Más bien me parecen máximos… Para mí los mínimos exigibles a la escuela es que los que entren salgan sabiendo leer, escribir y hacer cuentas.
      4) ‘el miedo que me da es que nos quedemos en la identificación de las cosas que no funcionan’ Pues hombre, creo que estaría muy bien llegar a identificar las cosas que no funcionan, ese sería el primer paso para resolver el problema. La cuestión es que al tratar de identificar lo que no funciona entra en juego ya lo que cada uno considere la ‘función’ del sistema. Ese ya sería un debate interminable.

      Gracias a ti, Pablo, por tu aportación.

      • 1) Sigo sin verlo así. La silla es usada por personas, pero no está compuesta por la suma de las opiniones en torno a ella. Es un objeto, no un constructo humano. No ocurre lo mismo con la educación o la ciencia. A pesar de propósitos individuales como los que comentas (maldita Ley de Godwin ;-D), el propósito de la ciencia es claro: avanzar en el conocimiento humano acerca de lo medible. A veces ese propósito choca con otros y de esas fricciones es de donde salen casos aberrantes y buenas decisiones. Soy de los que creen que mata quien aprieta el gatillo, pero quien diseña la pistola no es ajeno al acto de matar. Volviendo a la educación, la entiendo también como un constructo humano, y como tal, irremediablemente contagiada de los propósitos de quienes lo definen.

        2) La suma no tiene por qué ser en una dimensión. Si solamente se analiza la educación desde una dimensión, la suma de propósitos opuestos puede dar cero. A pesar de que eso ya sería un propósito, la realidad es más compleja y analizando esos propósitos desde una perspectiva multidimensional dudo mucho que siguiéramos en el centro de la esfera. Es como si la democracia no tiene ningún propósito porque cuando se hacen elecciones la mitad del electorado quiere una cosa y la otra mitad otra. No tiene que haber consenso para darse cuenta de que el propósito de la democracia es que las decisiones se tomen teniendo en cuenta la opinión del pueblo.

        3) Con esos mínimos, la escolarización debería acabar en el primer ciclo de primaria, ¿no?

        4) Lo bonito sería ir pasando progresivamente de la opinión a la argumentación, con datos que se puedan corroborar o refutar. Con esto no digo que esté muy bien identificar los fallos, pero si nos quedamos ahí, quizá la iniciativa no pase de ser una terapia en grupo que puede incluso mermar la capacidad de acción.

        Muchas gracias por tomarte la molestia de respondernos a todos 😉

  5. Cata says:

    Hola! No conocía esta iniciativa y te agradezco mucho este post. Soy profesora en un master online y creo que les propondré a mis alumnos un artículo respondiendo a esta cuestion. Así nosotros tambien nos uniremos a la iniciativa! 🙂

  6. Pingback: Purpos/ed [ES] — #500palabras – Felipe Garrido

  7. Rocío says:

    Afán de imaginación, sentido de verdad y sentido de responsabilidad son las tres fuerzas medulares de la pedagogía. Lo que implica que todo aquel que desee consagrarse a ella, ha de hacer suyo el lema de: “Compenétrate de capacidad imaginativa, ten valentía para la verdad, agudiza tu sentido de responsabilidad anímica” Rudolf Steiner, “El estudio del hombre como base de la pedagogía”.

  8. laura says:

    Estoy muy de acuerdo en la «teoría» de muchas de las cosas que dices. La dialéctica da para mucho y las posibilidades de concluir algo como verdadero y falso seguro que son infinitas.

    Claro que un perro no se plantea aprender a ser perro, como una hormiga o una abeja hace y se comporta en su sociedad somo «sabe» que debe hacer. Y de igual manera, cualquier animal sabe cuando tiene hambre o sed y conoce, perfectamente, qué y cuánto debe comer para saciarse. Hace mucho que el ser humano dejó de ser un animal en muchos de esos aspectos. Se desnaturalizó. Y cada día más, a medida que la información, la tecnología, las comodidades y los lujos nos alejan de nuestra naturaleza. Si esto es así, si ya no sabemos cuando tenemos hambre y debemos comer. ¡Algo tan básico! ¿Cómo vamos a saber qué necesitamos para algo tan complejo como es la educación de nuestros propios hijos?

    De acuerdo con que el propósito será el de quien decida cuál es éste. Pero vivimos en una democracia. No es uno quien decide. Quizá entre todos sepamos cuál es el propósito o cuáles son las necesidades actuales de las personas (en todo su sentido), de la sociedad en conjunto.

    La necesidad de un cambio existe, no cabe duda. La educación está en crisis. No satisface ni a alumnos ni a profesores ni a padres, ni siquiera a la sociedad y al sistema económico. Los estudiantes-aprendices (¿de qué?) no salen preparados para el «trabajo» que la sociedad demanda. Y lo entrecomillo, porque dadas las circunstancias, incluso la economía que demanda la mano de obra ha dejado de necesitar lo que se le ofrece. Quiere o requiere algo que no es para lo que se está formando a nuestros alumnos.

    La crisis se generaliza y todos los ámbitos importantes de nuestra sociedad europea se tambalean. Nuestros alumnos están «anestesiados». Nosotros mismos parece que lo estemos. Nos dejamos llevar por una situación sin poner remedio. Dialogamos y dialogamos sin tomar medidas. ¿Porque ahora debemos debatir si es o no lícito que alguien las tome y bajo qué criterio? Debatamos, mientras hacemos. La retórica no lleva a nada, paraliza si no se usa para llegar a alguna conclusión positiva.
    Me viene a la memoria una frase de un entrenador de baloncesto: «¡si botas, que sea para llegar a canasta!». Podemos botar, y botar, la pelota en el mismo sitio, pero lo más probable es que la perdamos y que la canasta nos la metan a nosotros.

    Este no es un problema de ahora. Y, para mí, la revolución educativa esta en marcha.

    Obviamente el mundo ha llegado a ser lo que es porque alguien en algún momento de la historia ha tomado la iniciativa, para lo que sea. En épocas de autoritarismos, un único individuo; y gracias a que las cosas han cambiado, vivimos en una sociedad compleja y democrática donde podemos opinar, discrepar y debatir sin peligro a ser diezmados.

    Hagámoslo. Pero que la crítica se a constructiva. ¡Avanzando hacia canasta!

    • 1) Tu primer párrafo me desconcierta.
      2) En tu segundo párrafo mantienes una visión roussoniana del hombre muy cuestionable: adán y eva expulsados del paraíso por la ‘información’, la ‘tecnología’, las ‘comodidades’ y los ‘lujos’. No estoy en absoluto de acuerdo. La información, la tecnología, las comodidades y los lujos son nuestra naturaleza.
      3) Creo que sostener que entre todos podremos ponernos de acuerdo en el propósito de la educación es una visión idílica de la democracia. La democracia es conflicto irreductible.
      4) Dudo siquiera que los estudiantes salgan preparados para el trabajo del siglo XIX.
      5) ¿’Revolución educativa’ en marcha? No me asustes, laura… No necesitamos ‘revoluciones’, sino medidas serenas, concretas y de sentido común.
      6) Sobre la demanda de que la crítica sea constructiva, hay que tener en cuenta que lo constructivo de las críticas no depende del crítico, sino del criticado.

      Gracias por tu extenso comentario, Laura.

  9. Milena_rio says:

    Alguien dijo, creo que fue Einstein, que la locura consistía en hacer una y otra vez lo mismo y desear que ocurriera algo diferente. También hubo quien se preguntó ¿si yo montase en una bicicleta a la velocidad de la luz se encenderia la luz?. Tardó 10 años en contestar: La respuesta fue la teoría de la relatividad.
    Hagamonos preguntas, pues de una gran pregunta surgirá la respuesta.
    Es una lástima como está el sistema.

    • ¿Cuál es la pregunta que tú te haces, Milena_rio?

      • Milena_rio says:

        Me pregunto que si realmente valgo para educar. Me pregunto si el sacrificio, el amor a mi trabajo, mi entrega casi absoluta, aveces casi obsesión por la filantropia,el estudio del Derecho y la Dignidad de la persona son factores que me ayudan o me perjudican en la transmisión de conocimiento a mis alumnos. Me preguntó por qué, si con tantos años de sacrifio para llegar a estar en el aula donde realmente quiero estar y estoy, sigo dudando de que estoy en lo cierto: » A Bertrand Russell, que era de buena familia, lo echaron de varias universidades por ser pacifista, es decir, por lo que opinaba fuera de clase. ¿como no será la represión si a algún profesor le da por opinar ante sus alumnos? ¿Quieres que te lo cuente?: Saludos Felipe, gracias de nuevo por tu interés. Que aunque me respondas duramente, agradeceré lo que dices,

        felipegarridobernabeu :No entiendo muy bien lo que dices (¿afán de imaginación? ¿compenetrarse de capacidad imaginativa?¿Responsabilidad anímica?)pero tus palabras tienen desprenden cierto tufillo a secta…

        Lo siento, no pretendía ser sectaria. Si realmente la pedagogía de Steiner es una secta, yo no me incluyo en ella, pero esa frase me ayuda a seguir adelante con mis creencias en la educación. Se que no tengo ni llegaré a ser tan leído como tu, que te admiro por lo que haces. Pero lo que digo es humilde, quizás no te valga, y te agradezco tus palabras, porque solo así se que es mejor callar. El ser humano tarda dos años en aprender a hablar y toda una vida en aprender a callar. Un saludo y gracias por contestar.

      • Mi consejo, Milena_rio es que no te entregues tanto ni hagas tantos sacrificios. Lo que vas a hacer a clase es sólo un trabajo como cualquier otro, debes hacerlo con profesionalidad, pero no implicarte tanto. La vida es mucho más que el trabajo de uno. Trata de desarrollar todas esas inquietudes que tienes fuera de clase, creo que así serás más feliz.
        Respecto al tufillo a secta no te lo tomes como algo personal, que al final harás que me sienta mal 🙂 simplemente es que los conceptos de los que hablabas me parecían algo oscuros y me recordaban vagamente al tipo de vocabulario que se usa en las sectas. De hecho parece que Steiner ha sido impulsor de distintos movimientos de dudosa naturaleza. Por su puesto que tus comentarios me parecen muy válidos, y no debes sentirte mal por lo que te diga.
        Un abrazo, Milena_rio.

  10. Hola! Estoy realmente de acuerdo contigo. Esto toca de muchas formas el post que ya he escrito para esta iniciativa y que publicaré el martes.

    Uno de los mayores problemas de la educación es creer que tiene un propósito. Y el problema es que todos tenemos una opinión de cuál es ese propósito. Pero eso son solo ideas, ideas creadas por la mente y basadas en nuestras experiencias y creencias. Basadas solo en sombras.

    La educación es algo que sucede al comportarnos como los seres humanos que somos. Todas las personas aprenden todo el tiempo sobre todo tipo de cosas consciente e inconscientemente.

    Creo que cuando definimos que esta característica humana debe tener un propósito lo que hacemos es hacernos cada vez menos humanos. Es así como la curiosidad, la capacidad de hacer preguntas y de cuestionarse el mundo hoy en día son un lujo reservados para unos pocos iluminados.

    Creo que nos hemos desviado en 180 grados del camino de lo que es ser humano, y muchas de las consecuencias las estamos viviendo hoy en día.

    Saludos, y gracias por tu post. Me gustó leerlo =)

  11. Milena_rio says:

    Niccolo Maquiavelo. No es el oro sino los buenos soldados los que garantizan el éxito… porque es imposible que los buenos soldados no sean capaces de conseguir oro.
    Esta es la versión de Maquiavelo de la regla dorada: el que consiga mandar, conseguirá el oro.
    La historia humana es un registro de las tensiones entre la vía de Nicolo Maquiavelo y lo que podríamos llamar la vía de Ronald Coase. Según el teorema de Coase, la gente nunca desaprovechará una oportunidad de cooperar por medio de intercambio mutuamente ventajoso. Lo que podemos llamar el Teorema de Maquiavelo es que nadie desaprovechará una oportunidad de obtener una ventaja particular explotando a otro. El teorema de Maquiavelo aislado es una verdad parcial, como también lo es el teorema de Coase aislado. Los gobernantes ¿buscarán un equilibrio óptimo entre la vía de Coase y la vía de Maquiavelo, entre la vía de producción combinada con intercambio mutuamente ventajoso, y la vía del lado oscuro de la incautación, de la explotación, y del conflicto?.

  12. Milena_rio says:

    Asimismo se utilizó la Teoría de La Moral y de los Sentimientos Políticos de Adam Smith. Saludos a las gentes de ojos brillantes.
    Aveces para entrar en sociedad es preciso deshumanizarse.
    Lástima, de nuevo.

  13. Milena_rio says:

    Si para transportar un pesado tronco de un lugar a otro son necesarios ocho hombres que trabajen durante una hora, eso no significa que un solo hombre pueda hacerlo en ocho horas (o en cualquier otro lapso de tiempo). En el caso de tareas más complejas, que implican organizacióndel trabajo, y que demandan diversas habilidades especializadas que no pueden aparecer combinadas en una sola persona, la de la COOPERACIÓN es aún más evidente; sin esa cooperación, ningún producto sería posible. Es la cooperación la que permite que esfuerzos aislados y dispares se transformen en esfuerzos productivos.

  14. Milena_rio says:

    Si, saludos a las gentes que demuestran vida en su mirada. No opacidad, trabas, zancadillas y envidias. Saludos a las gentes que nos permiten seguir por la senda de la sencillez, por el camino de la educación, educare, conducire, saludos a las gentes de ojos brillantes

  15. Milena_rio says:

    felipegarridobernabeu :No entiendo muy bien lo que dices (¿afán de imaginación? ¿compenetrarse de capacidad imaginativa?¿Responsabilidad anímica?)pero tus palabras tienen desprenden cierto tufillo a secta…

    Lo siento, no pretendía ser sectaria. Si realmente la pedagogía de Steiner es una secta, yo no me incluyo en ella, pero esa frase me ayuda a seguir adelante con mis creencias en la educación. Se que no tengo ni llegaré a ser tan leído como tu, que te admiro por lo que haces. Pero lo que digo es humilde, quizás no te valga, y te agradezco tus palabras, porque solo así se que es mejor callar. El ser humano tarda dos años en aprender a hablar y toda una vida en aprender a callar. Un saludo y gracias por contestar.

  16. Jaume says:

    ¡Por fin! Por dos motivos: el primero, compartimos la misma plataforma de blogs. Así que no tendré problemas para identificarme ni para enviar el comentario. Segundo, has abierto la brecha del debate, que era la finalidad de esta iniciativa. Parece que hoy es el día de la visión crítica, ya que he leído otro artículo con una línia similar http://www.xarxatic.com/los-despropositos-de-la-educacion/

    Gracias por el mensaje de Twitter

  17. Milena_rio says:

    felipegarridobernabeu :Mi consejo, Milena_rio es que no te entregues tanto ni hagas tantos sacrificios. Lo que vas a hacer a clase es sólo un trabajo como cualquier otro, debes hacerlo con profesionalidad, pero no implicarte tanto. La vida es mucho más que el trabajo de uno. Trata de desarrollar todas esas inquietudes que tienes fuera de clase, creo que así serás más feliz.Respecto al tufillo a secta no te lo tomes como algo personal, que al final harás que me sienta mal simplemente es que los conceptos de los que hablabas me parecían algo oscuros y me recordaban vagamente al tipo de vocabulario que se usa en las sectas. De hecho parece que Steiner ha sido impulsor de distintos movimientos de dudosa naturaleza. Por su puesto que tus comentarios me parecen muy válidos, y no debes sentirte mal por lo que te diga.Un abrazo, Milena_rio.

    Muchísimas gracias Felipe. Es usted muy amable, un saludo afectuoso. Estaré atenta a sus escritos. Y gracias por la advertencia de Steiner, he leído algo sobre los bulos de Punset, que es seguidor (también su hija) ¿Qué hacen, entonces en esos centros tan elitistas e innovadores, como SEK?.

  18. Juanjo says:

    Me parece, Felipe, que en este artículo consideras el significado de «propósito» con demasiado rigor, con estrechez. «Propósito» además de intención significa «objetivo, finalidad». Y en este sentido la educación, como la silla, tiene un propósito, o al menos no tiene cualquier propósito que se le quiera dar; mediante la educación no se consigue cualquier cosa. Preguntar por el propósito de la educación es, pues, preguntar para qué es necesaria. Pregunta a la que tú mismo respondes en la entrada: para formarse, para perfeccionarse -de la manera más eficiente posible; añadiría yo. Respuesta formal, vacía de contenido real, es verdad, pero puede proporcionar el acuerdo básico desde el que polemicen los agentes educativos. Un desacuerdo radical no deja lugar a la polémica y el diálogo.
    Un saludito.

  19. Sepehr says:

    Hola a todos:

    Desde que Laura me comentó la iniciativa del grupo Purpos/Ed, me sentí animado a compartir también mis ideas al respecto. Espero que contribuyan a enriquecer un poco más este debate.

    El propósito de la educación. La educación, como se ha señalado en algún post anterior, no es más que una herramienta; la clave, por tanto, radica en averiguar para qué sirve esta herramienta. Como cualquier otra, tendrá muchas funciones, servirá para múltiples objetivos,… pero, en último término, responderá o, más bien, debería responder, a un fin último.

    Permitidme una analogía aclaratoria. Tal vez pueda resultar algo simple, pero creo que puede ayudarnos a fijar algunas ideas. Qué propósito tiene un manzano? Sí sí, me refiero al árbol manzano, el de las manzanas. Podríamos filosofar una vida sobre ello, pero también podríamos convenir que el propósito último del manzano es producir sus frutos, las manzanas; i.e., un manzano cumple con su propósito cuando después de germinar, enraizar y crecer, es capaz de dar frutos sanos y sabrosos que, caprichos de la naturaleza, disfrutamos nosotros.

    Y qué propósito cumple un león? Pues el rey de la sabana –que no de la selva– nace, crece, juega, aprende a cazar, se hace mayor y… resumiendo, perpetúa su especie en el ciclo de la vida que le ha tocado en suerte.

    En estos dos casos, el manzano y el león, raras veces se daría la circunstancia de que un árbol o un animal no quisiesen cumplir con su propósito. Lo llevan grabado en su código genético –lo llamamos instinto– y es el único «camino» en la vida que saben seguir. El árbol no necesita educación para aprender a dar frutos; el león no necesita educación para aprender a rugir. Desde luego que podríamos enredarnos hablando del papel del jardinero, y de cómo la mamá leona o el papá león les enseñan cosas a sus cachorros, pero desde luego no estamos hablando de «educación»… porque, regresando a nuestro caso, el humano, entiendo que no estamos hablando de la instrucción formal o académica, sino de eso más profundo al que nadie sabe meterle la mano.

    Entonces, si el manzano y el león sí «saben» cuál es su propósito en la vida… qué pasa con el ser humano? Bueno, pues aquí hallamos la primera diferencia importante: el manzano y el león no tienen la capacidad de decidir qué camino seguir, pero el ser humano sí. El hombre tiene una voluntad por la que se guía y que le permite elegir un camino u otro camino.

    Podría decirse que el ser humano también tiene un «propósito» (aunque pueda no ser consciente de ello, o no al menos todas las personas, ni todo el tiempo)?

    Aquí es donde muchos debates se estancan porque asoma la cabeza la cuestión de la fe. Como éste no es el sitio para una contienda entre creyentes y ateos, podemos continuar la discusión sobre el propósito de la educación circunnavegando estas aguas.

    Así que si hablamos del propósito del ser humano, podemos hacerlo en términos generales. Desde luego habrá quienes nieguen la mayor: el ser humano no tiene más propósito que su propia existencia (si es que eso tiene algún significado inteligible). No tiene mucho sentido afirmar que el propósito de la existencia es existir… seguro que hay una palabra griega que ilustra este absurdo.

    Otros argumentarán que cada persona tiene su propósito, uno que se marque uno mismo, y que no tiene nada que ver con los demás. En este caso estamos rehuyendo la pregunta, que no era otra que saber si el ser humano, como especie, tiene un propósito general.

    Bueno, evidentemente mi opinión es afirmativa. Yo creo que el ser humano sí tiene un propósito global, del cual podrán colgar subsidiariamente los «propósitos» menores que cada uno se plantee en la vida. Y es precisamente ese propósito el que debe guiar el propósito de la educación.

    Como consecuencia de ello, yo entiendo la educación como esa serie de procesos, acciones, etc., que ayudan al ser humano a lo largo de toda su vida, y no sólo durante su infancia y juventud, a estar mejor preparado para cumplir con el fin último por el que existe.

    Es posible que esta afirmación enardezca muchos ánimos, por aquello de que si no somos marionetas, que si cada uno es libre de hacer lo que quiera y similares. Bueno, todavía no hemos hablado del propósito del ser humano, así que aún podríamos estar todos de acuerdo. Y para ello, no hay mejor forma que dejar un final abierto a la interpretación 😉

    Eso sí, me permitiréis que comparta con vosotros una cita que es, a la vez, inspiración y corolario de las líneas precedentes.

    «El hombre es una mina rica en gemas de valor inestimable. Sólo la educación puede ayudarle a revelar sus tesoros, y permitir a la humanidad beneficiarse de ellos».

    Visto así, con independencia de las creencias, orígen, estatus, etc., de cada persona, todos los seres humanos compartiríamos un fin superior. No tiene nada que ver con ser blancos o negros, creyentes o ateos, socialistas o liberales… de ahí que sea un propósito por encima de las vicisitudes de la vida que nos toque vivir. Servir a los demás, contribuir al bienestar de todos los hombres, ser promotores de la paz y la concordia… cualquiera de estas frases podrían definir algo por lo cual tendría sentido nuestra existencia y, de paso, despejar el camino para entender un poco mejor cuál podría o debería ser el propósito de la educación.

    Saludos,

    Sepehr.

  20. ©Lola says:

    Pues yo creo que sí, que detrás de todo movimiento hay un propósito. Y las sillas no se mueven solas. Y los propósitos de una sociedad y de unos políticos, sindicatos, profesorado y familias, son. Existen. Y a veces son diabólicos.

    También me parece que para sumar, restar y leer la escuela sobraba y sobrará cada día más. A mí me enseñó mi abuelo, así que cuando llegué a la escuela no sabían dónde sentarme, me sentí como un bicho raro. También sabía cortar jamón porque mi abuelo me enseñó mientras me contaba cosas de la guerra. Me estaba educando, y desde su punto de vista, enseñándome a vivir. La educación está, como el odio y el amor, en todas partes.

    En la escuela se aprende a vivir de muchas maneras: sobreviviendo a los recreos, que no son moco de pavo y todo el mundo ignora, trabajando en equipo, compartiendo, buscando, investigando… y una larga lista que no tengo tiempo de escribir, ni éste es el lugar adecuado 😉

    Resumiendo, que para mí no es igual hablar de Educación que de sistemas educativos o instituciones educativas.

    Si hablamos del sistema, todavía es más fácil: vamos a dejarnos ya de marear la perdiz, todo el mundo sabe lo que tiene que hacer; pues al tajo. Hablar es muy fácil, escribir ni te cuento, pero ponerse delante de un grupo de 25 o 30 niños y niñas, adolescentes o universitarios y hacerlo bien, no es para cualquiera.

    Tal vez por eso todo funcione tan mal…

  21. Pues… Me quedan varias dudas… ¿Estás hablando de educación (y me refiero al post, no a los comentarios) o del significado de que algo (lo que sea) tenga un propósito? ¿Crees que la educación es un objeto como una silla y le niegas un propósito? ¿Eso quiere decir que la educación no es una actividad de colectivos, a los que sí les concedes que puedan tener propósitos, aunque sea en sentido derivado (y eso tiene mucho que discutir, el de dónde emanan los propósitos, si de los individuos o de los individuos en un contexto social)? ¿Crees que Ortega sabía tanta neurobiología como para negar al resto de los seres el propósito de construirse y evolucionar individualmente (o más bien es un argumento «ad verecundiam»)? ¿Crees que el conductismo es la única forma de aprendizaje en animales, y que los grupos animales carecen de «culturas» particulares, en las que la historia (incluso remota) del grupo no juega un papel? ¿Niegas el carácter científico de la pedagogía apoyada en la neurobiología? ¿Nadie que no sea explicitamente educador puede intervenir en el propósito de la educación? ¿Quién es más educador, el que crea el currículum o el que lo pone en práctica?

    Mmmm… Una colección de argumentos débiles y mejorables, me temo. Tampoco los veo bien hilvanados entre sí… Eso no significa que rebata tu conclusión o no. Significa que creo que debe ser mejor apoyada antes de empezar a discutir.

    ¿Tiene o no propósito la educación? ¿Es la pedagogía, apoyada por la neurobiología, una ciencia a la que hay que atender? ¿Quién está legitimado para decidir el propósito de la educación?

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  23. Manuel del Postigo says:

    Tarde leí esta polémica, espero estar en la próxima. Siempre es bueno encontrar la inteligencia compatida.
    Un saludo a todos.

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