La vida sigue igual ¿o no?. 3ª Entrega
9 septiembre, 2011 1 comentario
Si ahora volvemos los ojos a la realidad española, fácilmente descubriremos en ella un atroz paisaje saturado de indocilidad y sobremanera exento de ejemplaridad. Por una extraña y trágica perversión del instinto encargado de las valoraciones, el pueblo español, desde siglos, detesta todo hombre ejemplar, o, cuando menos, está ciego para sus cualidades excelentes. Cuando se deja conmover por alguien, se trata invariablemente de algún personaje ruin e inferior que se pone al servicio de los instintos multitudinarios […]
En la elección de la amada, hacemos, sin saberlo, nuestra más verídica confesión […]
Después de haber mirado y remirado largamente los diagnósticos que suelen hacerse de la mortal enfermedad padecida por nuestro pueblo, me parece hallar el más cercano a la verdad en la aristofobia u odio a los mejores»
José Ortega y Gasset. España invertebrada.
Aquí lo ha hecho todo el «pueblo», y lo que el «pueblo» no ha podido hacer se ha quedado sin hacer. Ahora bien: el «pueblo» sólo puede ejercer funciones elementales de vida; no puede hacer ciencia, ni arte superior, ni crear una civilización pertrechada de complejas técnicas, ni organizar un Estado de prolongada consistencia, ni destilar de las emociones mágicas una elevada religión.
José Ortega y Gasset. España invertebrada.
Antes de las cenizas 
Totalmente de acuerdo con Ortega. Si el fútbol no es el deporte nacional, lo es la envidia, por supuesto. Envidia a los que son mejores que nosotros. Si lo miramos objetivamente, el problema lo tiene el envidioso, que tiene un molesto inquilino que vive en su cabeza ¡sin pagar alquiler!La persona a la que se envidia no tiene culpa de nada…ella es como es y no va a dejar de serlo. La cuestión no es superar a nadie, sino competir contra nosostros mismos, siempre intentando mejorar el ránking.
Y es que hay cosas que no cambian.