Tres problemas de España a finales de XIX
25 agosto, 2012 2 comentarios
Tres eran los problemas capitales con que tenía que enfrentarse España en el último cuarto del siglo pasado: la que entonces empieza a llamarse la cuestión social; la pretensión de autonomía de los restos ultramarinos de la antigua Monarquía, Cuba, Puerto Rico, y las Filipinas; finalmente, los movimientos regionalistas que surgen entonces, sobre todo en Cataluña y el País Vasco. En los tres casos, los gobernantes de la Restauración —con el asentimiento o la complacencia de la mayoría de la sociedad— temen plantearlos a fondo y con los riesgos que realmente implican; prefieren —para usar expresiones muy usadas en esa época, y muy reveladoras— «trampear» o «poner paños calientes»; lo cual tuvo la consecuencia de dejar las cuestiones más graves sin solución, con una radicalización subterránea que afloró después.
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La segunda se resolvió, lamentablemente, con el llamado «desastre nacional» de 1898; la primera se fue enconando progresivamente en nuestro siglo, hasta llevar a la tremenda explosión de 1936, de la cual fue causa decisiva, aunque no única; la tercera, que también tuvo un papel importante en el origen de la guerra civil, ha continuado actuando en la sociedad española de todo el siglo, y no ha desaparecido del horizonte.
España inteligible. Julián Marías.
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No cabe duda que las lecturas de este texto serán bien distintas desde abril de 1985 cuando Julián Marías finalizó su escritura hasta este agosto del 2012. Les invito a meditarlo.
Menos por lo de nuestras queridas colonias perdidas en el desastre del 98, el resto me recuerda a la situación que vivimos(que no sabemos cómo acabará). Porque si los problemas no se atajan a tiempo y debidamente nos comen. O tienen efectos terribles sobre las naciones, como ocurrió en la Guerra Civil Española.
Pues sí, la cuestión social que parecía suavizada, parece que se arista de nuevo con la crisis. Y la cuestión regional/nacional en el mismo rumbo. Un placer saludarte.