Javier Marías, dos recuerdos.

Las preocupaciones de Marías y las mías. 23 de abril del 2007

No he sido nunca un gran cinéfilo, pero no hace mucho salí del cine reconfortado, fue tras ver la película Babel, de la cual me habían hablado muy bien; no me decepcionó, al contrario que la mayoría de las últimas películas que he visto. Resulta , por otra parte, que entre mis columnistas favoritos se encuentra Javier Marías con el que suelo estar de acuerdo en muchas de sus polémicas opiniones.
Ayer domingo al echar un vistazo -por encima del café con leche, y apartando los ojos de la victoria del Real sobre el Valencia y el memorable gol de Van Nistelroy – al artículo que Marías escribía ayer en su “ zona fantasma” me llevé una gran sorpresa: una crítica feroz a una película que yo había juzgado como buena. Pregunté a quien en ese momento lo estaba leyendo y me confirmó mis sospechas: una crítica atroz. Vaya, ¿cómo podía ser eso?


Tengo que confesar que me revolví contra Marías, “te estás volviendo un asocial Marías, además de caprichoso y no demasiado objetivo”, -no hace mucho me pareció que elogiaba la versión cinematográfica de Alatriste, que a mí me pareció insustancial, dejo los motivos de mi juicio, pues no viene al caso y me alejan del tema que me ocupa-. La verdad, no tuve fuerzas para leer el artículo; también yo me sentí preocupado por mis discrepancias. No obstante, a pesar de mis resistencias, la cuestión estuvo rondando por mi cabeza, no sé cómo, en cierto momento me pregunté ¿sería capaz de ver de nuevo Babel? ¿ qué me aportaría de nuevo? En ese momento creí comprender a Javier Marías; me di cuenta de que yo no tenía ningún deseo de verla de nuevo, que difícilmente me diría nada nuevo, que la consideraba agotada. Pero, lo que precisamente caracteriza a una obra maestra es que tiene muchas lecturas, que no nos aburre ir a ella de nuevo, al contrario, que cada vez que vamos nos reconforta… comprendí entonces la ligereza con que en el cine se habla de obras maestras y de genios… cada año un par o una docena, más las dos docenas de genios de la interpretación, dirección y producción etc, pisando alfombras o levantando estatuillas anglos o castizas.

Esta mañana me encontré con fuerzas para leer el artículo.

¡Gracias Javier!

..y no te preocupes hombre. Necesitamos de ese tábano que nos despierte de tanta sospechosa opinión coincidente y de la nueva censura, lo políticamente correcto, y de la memez imperante, no sólo la que discurre entre tanta alfombra roja y papel couché.

Leer el artículo de Javier Marias Debo preocuparme

Releer. 6 de marzo de 2017

A Javier Marías no le gustan demasiado los blogueros ni los internautas en general; a algunos blogueros, sin embargo, nos encanta Javier Marías -una de esas tantas amistades sin reciprocidad en que abundamos los amantes de la literatura. Tan sólo he leído una novela suya, aunque voluminosa, la trilogía Tu rostro mañana,  que me ocupó todo un verano, pero durante años he leído el dominical de El País comenzando por la última página en que encontraba a Marías, era para mí un verdadero placer junto al café y la tostada leer la habitual columna ¡y cómo lo echaba en falta los domingos del mes agosto en el que tomaba vacaciones el columnista!  casi con la decepción del que han dejado plantado en una cita. Muchas veces, las más, he compartido sus opiniones, en ocasiones he discrepado -las menos. Casi siempre me han divertido lo suficiente como para provocarme una sonrisa o más, su lectura sólo en raras ocasiones me ha dejado indiferente,  utilicé sus artículos con fines polémicos en las ya extintas clases de Sociología, hasta compartimos el amor al mismo equipo de futbol y cierto desdén por los capuchinos -de diversas especies- sobre todo cuando les da por tomar la calle.  Muchos años antes ocupaba esa página Antonio Gala, al que también seguí con asiduidad, aunque a éste en diferido, rescatándolo de entre los montones de periódicos viejos y libros que acumulaba mi abuelo. Me vienen a la memoria ediciones de libros en papel barato –Los bandidos persas, El 93, Los pazos de Ulloa...- en ediciones cuyo precio venía indicado en céntimos. Una década después recuerdo una prueba de selectividad de comienzos de los años noventa, y recuerdo  que durante la comida del tribunal se produjo una divertida discusión  sobre la autoría del texto dedicado a comentario -que aparecía entonces sin el nombre del autor. Mi colega de lengua atribuía la autoría a Nietzsche, yo a Antonio Gala, como así resultó ser, aunque en ese momento los presentes me lo tomasen como una boutade. Aunque las ideas que sobre la vida se vertían en aquel escrito bien podían proceder de Nietzsche, el estilo en que estaba escrito de ninguna manera podía proceder del huraño paseante de Sils Maria

 Me ha gustado su último artículo dominical, volviendo a Marías. Es cierto que, por razones que no vienen al caso, no acostumbro ya a comprar El País, a Marías lo leo ahora en formato digital y acompaño la tostada con el Marca. El artículo de ayer, “De quién fiarse”, me  recuerda a los mejores artículos de Marías, dice allí que no acostumbra a releer salvo en contadas ocasiones, porque teme que al lector actual le defraude lo que en otro tiempo entusiasmó o amó con excepción de unos pocos a los que puede volver sin temor, Cervantes, Proust, Flaubert, Shakespeare, Conrad, Melville y pocos más. “Por eso tiendo a rehuir las relecturas, con excepciones. A veces prefiero guardar un buen recuerdo difuso, y tal vez equivocado, antes que someterlo a la revisión de unos ojos más experimentados, impacientes y cansados. Como tantas otras veces comparto la opinión de Marías; en mi caso la relectura es nula, salvo por motivos profesionales. Me he preguntado, sin embargo, qué autores que en otro tiempo he disfrutado tendría más reparos en releer hoy, entre ellos -me ha sorprendido- se encuentra Nietzsche, el filósofo que con mayor identificación personal y emotiva he leído es, sin embargo, el que en este momento más temería releer y en concreto la obra que más me entusiasmó: Así habló Zaratustra, podría quizá releer Ecce Homo, pero no La genealogía de la moral.

Por descontado que en mi caso releer es casi tan absurdo como escribir una autobiografía a los quince años. A veces fantaseo con el verano;   despreocupación, una cervecita y quizá el Tratado teológico-político, La filosofía en la Edad Media o El mundo como voluntad y representación. Quién sabe, pero ay, que llegue el caloret, que este frío me cala hasta los huesos.

Lo ignoto. Descansando de la LOMCE

A fin de descansar de estos días de lomce, evaluaciones, claustros y otras catástrofes, les dejo con la meditación de un viejo amigo sobre las bondades de huertos y ferreterías.

Recordarán ustedes la famosa sentencia de Thomas de Quincey en la que desaconseja cometer asesinatos:

“Si uno empieza por permitirse un asesinato, pronto no le da importancia a robar, del robo pasa a la bebida y a la inobservancia del día del Señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente. Una vez que empieza uno a deslizarse cuesta abajo, ya no se sabe dónde podrá detenerse”.

Comenzar a cultivar un huerto es algo semejante, pero de consecuencias provechosas y gratificantes que lo encaminan a uno hacia un estado de beatitud terrenal; un auténtico giro copernicano en el disfrute de la vida, pues ésta aparece repleta de goces al alcance de la mano. Les cuento, hasta hace bien poco me era totalmente desconocido el placer de pasear por un gran almacén de ferretería, sin embargo la semana pasada me alegró encontrar unas varillas metálicas y unos plásticos perforados, tanto que ayer mismo volví a por más varillas y de paso me traje unas cuerdecitas de goma muy prácticas para entutorar hortalizas. No crean que el placer está en el consumo, no; el regocijo reside en el descubrimiento, pasear asombrado por pasillos de estantes repletos de plásticos, herramientas, cuerdas, macetas, mangueras, grifos, acoples.

Hoy estuve en un chino y conseguí un paraguas –que todavía funciona aunque no consigo plegar hasta reintroducir nuevamente en su funda- y un chubasquero, todo por menos de cinco euros. Tengo que volver para buscar un chándal y quizá unas botas para regar. O quizá me acerque al Aldi o al Lidl.

¡Ah, y las ensaladas nada que ver con las que compras en el Mercadona!

Historia y Culturilla de las Religiones

Parece que, desde que hace unas semanas se publicara el anteproyecto de la que se va a conocer como LOMCE, anda algo revuelto el patio filosófico. No sin motivos porque, de entrada, nos quedamos sin la ética de 4º de ESO, sin mencionar el grave peligro de que también se pierdan las optativas del Departamento de Filosofía. En mi caso personal, si desapareciera la Ética y la Psicopedagogía (‘Psicología’ en las Comunidades Autónomas normales), perdería el 54% de mi horario lectivo. Como no creo ser ninguna excepción, la cosa es más que seria.

Adelantándose a los acontecimientos, la REF (Red Española de Filosofía), de la que forma parte nuestra SFPA, envió este verano una carta a Wert exponiéndole una serie de puntos que se consideraban fundamentales a la hora encarar un reforma de la enseñanza de la filosofía. La mayoría de estos puntos son sensatas contribuciones a la dignificación de la asignatura de filosofía, que empieza, por cierto, con la presencia obligatoria de la filosofía en 4º de ESO y con la dotación horaria suficiente. Si leen ustedes la carta, lo que recomiendo, verán que los puntos 1 a 6 se establecen de una forma categórica, pero el punto 7 se expresa hipotéticamente, como si sus redactores ya dudaran de él, bajo la forma de un condicional:

“si el nuevo proyecto no suprime la materia [de religión] del horario lectivo ordinario, se requiere de la implementación efectiva de Historia y Cultura de las Religiones como alternativa real (y no solo nominal como hasta ahora) a la opción confesional, y asignada preferentemente al departamento de Filosofía”

No sé si esta es realmente la posición oficial de la SFPA, de la que formo parte, y si lo es, tampoco sé cómo ha llegado a serlo, dado el carácter evidentemente polémico del asunto,  que pueden ustedes comprobar si leen los comentarios del blog. Lo que sí es seguro es que es la posición de la REF. Y es una lástima, porque sólo ese último punto séptimo puede dar al traste con todo el buen trabajo que han realizado hasta el sexto.

Si les soy sincero, creo que el único motivo para pedir esa asignatura son las horas que daría al departamento de Filosofía (aunque tampoco sé por qué una ‘Historia y culturilla de LAS religiones’ debería asignarse a Filosofía y no a Historia. ¿Es que no se atreven a pedir una ‘Filosofía de LA religión’?).

¿Y te parece mal que pidamos horas -me dirá alguien- a ti, que has empezado el post quejándote de que con la LOMCE pierdes más del 50% de tu horario? ¿Vamos a ser -he escuchado en alguna ocasión- los únicos gilipollas que no pidan horas para su departamento?

El problema aquí es que puede que seamos los únicos gilipollas que pidan gilipolleces, si se me permite la expresión, que es lo que sería una Historia y Culturilla de las Religiones como alternativa a la religión. Claro que hay pedir horas, pero no pidan mierda, señores, no pidan mierda.

Para no alargarme demasiado, trataré de concretar mi posición en los siguientes puntos:

  1. La primera razón para oponerse a la asignatura es lo que yo llamo el ’Teorema de la transferencia mariana’: Toda alternativa a una maría se convierte en una maría. En efecto, a nadie se le escapa lo que realmente ocurre en la asignatura de religión. Si aceptamos que la mayor parte de las horas del departamento sean de una alternativa a la religión y pretendemos que haya alumnos, más vale ser ‘comercial’. Póngase usted serio y dé su ‘Historia y Culturilla de las Religiones’ en 1º de ESO y al año que viene están todos en misa  y usted… sin las preciadas horas. No creo que deba haber lugar alguno para ‘marías’ en el sistema educativo.
  2. La Filosofía no puede ser una ‘asignatura estrella’ que se dé en todos los niveles. Toda asignatura con contenidos filosóficos requiere una madurez mínima que, a mi juicio, sólo se empieza a dar a partir de los 15 años. No podemos pretender que el Departamento de Filosofía tenga ‘muchas horas’ sin que deje de ser de Filosofía. Nuestro Departamento no puede ser otra cosa que un Departamento pequeño, pero serio y fuerte. Quiero que quien tome la valiente decisión de estudiar un grado de Filosofía, pueda ganarse la vida enseñando filosofía de verdad, no un pastiche religioso-cultureta. Y digo que esa decisión es ‘valiente’ porque las perspectivas laborales que implica son escasas, y no puede ser de otra manera, aunque me duela decirlo. Si lo que quieres es un empleo, hay otras opciones mejores, amigo. Es un error (por otra parte comprensible) hacer una reforma de la Filosofía pensando en ‘colocar’ a todo el mundo. La inflación de profesorado de ‘filosofía’ producida por esta ‘alternativa’ acabaría por devaluar el departamento para siempre.
  3. La religión, desde un punto de vista histórico y cultural es importante… pero no tanto como para merecer la presencia que se le quiere dar. Ya se habla de eso en historia y en filosofía, y es suficiente.
  4. El problema no es que haya una Alternativa a la Religión en la que se pierde el tiempo, el problema es que hay Religión en horas lectivas, que nos lo hace perder. La libertad de culto garantiza que cualquiera que lo desee puede acudir al templo que le dé la gana y formarse religiosamente sin problemas y sin perjudicar a nadie. Y si me permiten ponerme Wittgensteniano, la religión pertenece a ese género de cosas sobre las que merece la pena callar en la escuela, y a quien más beneficia ese silencio es, precisamente, a la religión misma.
  5. Si nos dan una Historia y Culturilla de las Religiones, la mayor parte de las horas del departamento serán de una ‘maría’ cuya oferta dependerá de la existencia de la Religión. A partir de ese momento todo el personal contratado para hacer frente a la Historia y Culturilla de las Religiones estará tan interesado en la presencia de la religión en la escuela como el mismo Papa. La existencia de nuestro departamento pasará a depender de la existencia del departamento de Religión. Si eso ocurre, habrá que felicitar a la REF y a los que introdujeron el punto 7 en su carta.

Entrevista en Boulé

Cuando empecé a interesarme por esto de los blogs hace algunos años y comprendí que se podía hacer algo relacionado con la filosofia por aquí, una de las primeras páginas que encontré fue la de Boulé. Allí un profesor de Castilla y León estaba haciendo ya todo lo que para mí sólo era un proyecto. Desde entonces Boulé ha sido para mí y para mi compañero, amigo y coautor de este blog llximo, una fuente constante de inspiración y una referencia en cuanto a blogs relacionados con la filosofía y su docencia.
Hace una semana Miguel, administrador de Boulé, nos propuso participar en una de las entrevistas que realiza periódicamente en su blog. Por supuesto aceptamos encantados y honrados. La entrevista consiste en una serie de preguntas que los propios lectores de Boulé mandarán como comentarios al post y que se irán recopilando hasta el día 30 de Octubre, que las responderemos -o intentaremos responderlas. Es una buena ocasión para ‘darnos caña’: entrevista

Por cierto, agradecemos con sonrojo las amables palabras que Miguel nos dedica en su presentación. No merecemos tanto.

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