¿Quién teme a la filosofía?

 

Plataforma ¿Quién teme a la Filosofía? Región de Murcia.

Defensa de la Filosofía en Secundaria.

 

Carta a los Reyes Magos: Filosofía en la educación secundaria.

Queridos Reyes Magos:

Aprovechando que las fechas invitan a pedir milagros y que este año no me he portado muy mal, me tomo la libertad de exponerles yo también mis deseos. Como ya sabrán, hay por ahí un tal Herodes que la ha tomado con la asignatura de filosofía en la educación secundaria. No le deseo nada malo al Herodes este, pero no le vendría mal que, entre los carbones que le preparen, le pongan un poco de prudencia. Para mí les diré, a continuación, lo que quiero:

  1. Lo primero que pido son tres cursos de filosofia: en 4º, en 1º de Bachillerato y en 2º de Bachillerato. La filosofía en secundaria sólo tiene sentido al final y no sólo por cuestiones de madurez de los alumnos, que también, sino por razones lógicas. Hacerlo de otro modo es empezar la casa por el tejado.
  2. Para 4º de ESO pido una Ética. Pero esta ‘Ética’ no puede ser lo que ha sido hasta ahora, no se confundan Sus Majestades. Nada de fomentar valores ni formar emociones -eso que lo hagan en coaching. La Ética de 4º tiene que ser una reflexión filosófica sobre lo que interesa a todos: la vida humana y lo que de ella se deriva. El concepto de ‘vida’ tiene que ser el núcleo a partir del cual se hable de la felicidad, de la libertad, de la responsabilidad, del deber, del bien, de la virtud, de la justicia, del Estado y la verdad, entre otras cosas. Pero este ‘hablar’ tiene que ser un hablar filosófico. Se trataría no tanto de lograr una definición ni de ‘aclarar’ sino de todo lo contrario, de mostrar la complejidad inherente a esos conceptos y la necesidad de pensarlos. Sobre la naturaleza de la asignatura, me permitirán Sus Majestades que me exprese con brevedad: tiene que ser una María, pero una María preñada a punto de dar a luz.
  3. Para 1º de Bachillerato pido una Historia de la Filosofía, concretamente me gustaría que la Historia de la Filosofía que hasta ahora hay en 2º de Bachiller pasara a 1º, con algunas reformas menores. Disponiendo de una dotación horaria suficiente -eso es importante, no lo olviden Sus Majestades- la asignatura tendría tres partes: Antigüedad, Edad Media y Modernidad. Se trataría de mostrar no sólo el pensamiento de algunos autores representativos de cada periodo, sino, a través de ellos, tres modos de pensar la realidad. Cada modo de pensar es como una linterna que alumbra la realidad desde una peculiar perspectiva que hace aparecer un mundo distinto. Así que lo que estaríamos estudiando aquí, además del modo de pensar antiguo, medieval y moderno, sería el mundo antiguo, el medieval y el moderno.
  4. Para 2º de Bachillerato pido otra Historia de la Filosofía. El mayor defecto que tiene la actual asignatura -que Herodes quiere eliminar- es que termina donde debería empezar. En esta asignatura habría que exponer de un modo riguroso las principales corrientes y autores del pensamiento filosófico actual, entendiendo por actual el siglo XX y tal vez un poco antes. Estos autores están configurando nuestro propio modo de pensar y por lo tanto nuestro propio mundo. Estoy convencido de que si la Historia de la Filosofía no termina así no tiene sentido, al menos en la educación secundaria.

Supongo que incluso para Sus Majestades es difícil cumplir estos deseos. Pero no pierdo la esperanza porque hay deseos que para que se cumplan basta que los desee mucha gente y lo que pido no es tan descabellado. Después de todo el objetivo de la educación secundaria es preparar a los alumnos para su futuro y ¿qué mejor preparación para el futuro que dotarlos de las herramientas conceptuales para comprender -o intentar comprender, porque puede que sea incomprensible- la vida y el mundo al que van a enfrentarse?

Con mis mejores deseos: Feliz año 2013

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y sobre
la línea y las espumas
de la costa
los pájaros que

cambian de planeta
llenan
el mar
con su silencio de alas.

Pablo Neruda

La reducción de las materias filosóficas en el segundo borrador de la LOMCE supone el más brutal desprecio a esta disciplina y a la labor de unos profesionales. Pero hasta el momento la reacción de estos profesionales -entre los que me cuento- ha sido muy tibia -en el peor sentido de la palabra. La conversión de nuestra actividad profesional en una suerte de alternativa a la religión (pues no es otro el papel que se nos reserva con la LOMCE) reclama de nosotros una actitud mucho más enérgica y más unánime. Sabemos que el poder de cada uno de nosotros es ínfimo en comparación al que posee quien cuenta tras él con un partido con una mayoría absoluta en el gobierno, pero cualquier apoyo de medios de comunicación o de otros sectores de la sociedad, solo puede partir de un compromiso individual de todos los profesionales -y estudiantes- de esta disciplina. Es posible imaginar muchas iniciativas, pero puesto que nuestro lugar, nuestra fuerza, está en el logos, en la palabra razonada, la más elemental, la más filosófica de todas estas iniciativas -y que sirve de fundamento para cualquier otra- consiste en que cada uno de nosotros tome la palabra. Ese fue el sentido de la propuesta que iniciamos desde aquí hace unas semanas. Esa propuesta sigue en pie -sea en forma de cartas al director, de artículos en prensa, blogs, webs, redes sociales- tomad la palabra.

Y como diría un buen amigo: ¡Salud y librepensamiento para 2013!

Filosofía y Espíritu Emprendedor

En el post anterior mostraba la crítica que Gustavo Bueno hace de los argumentos asumidos por la REF para defender la Filosofía en Secundaria. Creo que la intuición más acertada de Bueno es que en el planteamiento de la REF falta lo que llama la ‘trituración del presente’ que, a la sazón, sería lo esencial de la filosofía.

No basta, sin embargo, ‘triturar’ el planteamiento de la REF; es necesario también esforzarse en mostrar que la filosofía verdaderamente es necesaria en la educación, y por títulos propios, no meramente porque sirva para desarrollar esta o aquella ‘competencia básica’, que siendo verdad, es lo menos que la filosofía puede hacer y, desde luego, no es suficiente.

En este asunto creo que es inevitable argumentar ad hominem. Esto no significa que nuestros argumentos sean falaces ni falsos ni, mucho menos, deshonestos. De hecho ocurre todo lo contrario, nuestros argumentos sólo pueden ser ‘verdaderos’ si tienen en cuenta a quién se dirigen.

Hay que preguntarse qué pretende el PP con la LOMCE, cuál es el objetivo de su propuesta educativa. En el caso del PSOE creo que era clara una finalidad ‘cívica’. La educación del partido socialista pretendía formar ‘ciudadanos’ y con vistas a ese fin sacrificó mucho. La Filosofía misma fue implicada directamente en esa formación de la ‘ciudadanía’ falseando la naturaleza misma de la disciplina. La cuestión es ¿qué ha ocupado el lugar de la ‘ciudadanía’ en la propuesta del PP? Leyendo los borradores de la LOMCE llego a la conclusión de que lo que ahora contará como objetivo de la educación será la formación de lo que en esos textos se denomina ‘Espíritu Emprendedor’. 

En torno a este ‘Espíritu Emprendedor’ escucharemos muchas tonterías y convendrá estar atento. De hecho el concepto es tan vago como el de ciudadanía y veremos muchas reconversiones, readaptaciones y ‘reinvenciones’. Por lo pronto empezaremos a observar cómo los psicopedagogos, siempre tan sensibles, se irán convirtiendo en ‘coachers’. Sin embargo, he de reconocer que, en principio, me gusta más el ‘Espíritu Emprendedor’, signifique lo que signifique, que la ‘ciudadanía.

Se pensará que si el objetivo es desarrollar el ‘Espíritu Emprendedor’ entonces la filosofía está perdida, y que en su lugar habrá que enseñar contabilidad, matemáticas financieras, economía, derecho mercantil, FOL (otro engendro) y cosas así. Creo, honestamente, que quien piense que el ‘Espíritu Emprendedor’ se desarrolla aprendiendo a calcular el T.A.E. es que no tiene -lo que se suele decir- ni puta idea

Por lo pronto el ‘Espíritu Emprendedor’ hace referencia a una realidad ‘espiritual’ que, siendo un concepto oscuro, trasciende lo meramente psicológico, sociológico, jurídico y, en definitiva, positivo, lo que no siempre estaba claro con la ‘ciudadanía’.

El ‘emprendedor’, por otra parte, no es un chupatintas ni un tiburón de Wall Street. Lo que define al emprendedor es su capacidad para innovar. Dicho de otra manera: su creatividad. De momento el espíritu emprendedor parece algo más cercano a lo que se desarrolla desde las humanidades que desde la ‘economía de la empresa’. Al emprendedor le serán útiles los conocimientos financieros, jurídicos, etc., como a Leonardo da Vinci le era útil la Geometría, pero no son suficientes para innovar; a lo sumo para producir alguna novedad, pero no innovación. La innovación supone tener una idea clara de la circunstancia, precisamente para cambiarla, es decir, para ‘triturar el presente’, en palabras de Gustavo Bueno.

Creo que aquí la vieja -pero vigente- distinción platónica entre matemáticas y dialéctica puede sernos de utilidad. Las matemáticas englobarían todos aquellos conocimientos que, dando por sentados sus principios, deducen conclusiones a partir de ellos. Ese sería el tipo de enseñanza que se daría en asignaturas como ‘FOL’, ‘Economía de la Empresa’, las matemáticas propiamente dichas, derecho, tecnología industrial y el resto. Se trata de disciplinas en las que los alumnos asumen ciertos principios y aprenden a aplicarlos. No hay verdadera innovación en las ‘matemáticas’ así entendidas en la medida en que la conclusión no añade nada a las premisas. Sin embargo Platón habla de otra forma de pensar distinta a la matemática y que considera superior: la dialéctica. El dialéctico lo que hace es, precisamente, destruir los principios que daban por supuestos las otras ciencias y buscar nuevos principios. Por decirlo con una fórmula breve: la dialéctica consiste en innovar y para Platón en eso consiste lo que puede llamarse verdaderamente ‘filosofía’.

Precisamente la historia de la filosofía no es otra cosa que la exposición de esa dialéctica y los filósofos han sido los grandes emprendedores de la historia, los emprendedores radicales. Es ahí, y no en las ciencias ‘positivas’ donde podemos encontrar la energía que supone el ‘espíritu emprendedor’. Lo que hay que saber de ‘economía’ puede aprenderse ‘en dos tardes’ y cito a una autoridad, pero hete aquí que la única de las asignaturas en las que era posible iniciar lo que podría -con alguna reserva- llamarse ‘formación del espíritu emprendedor’, que es la Historia de la Filosofía, es despreciada por el PP en el 2º borrador de la LOMCE, perdiendo la oportunidad de que esa formación sea verdaderamente ‘espiritual’. ¿Por qué ocurre eso? No lo sé, pero espero que Wert y su equipo se den cuenta de que si es posible la formación del espíritu emprendedor entonces la Historia de la Filosofía es el mejor medio para conseguirlo.

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