Historia y Culturilla de las Religiones
6 octubre, 2012 10 comentarios
Parece que, desde que hace unas semanas se publicara el anteproyecto de la que se va a conocer como LOMCE, anda algo revuelto el patio filosófico. No sin motivos porque, de entrada, nos quedamos sin la ética de 4º de ESO, sin mencionar el grave peligro de que también se pierdan las optativas del Departamento de Filosofía. En mi caso personal, si desapareciera la Ética y la Psicopedagogía (‘Psicología’ en las Comunidades Autónomas normales), perdería el 54% de mi horario lectivo. Como no creo ser ninguna excepción, la cosa es más que seria.
Adelantándose a los acontecimientos, la REF (Red Española de Filosofía), de la que forma parte nuestra SFPA, envió este verano una carta a Wert exponiéndole una serie de puntos que se consideraban fundamentales a la hora encarar un reforma de la enseñanza de la filosofía. La mayoría de estos puntos son sensatas contribuciones a la dignificación de la asignatura de filosofía, que empieza, por cierto, con la presencia obligatoria de la filosofía en 4º de ESO y con la dotación horaria suficiente. Si leen ustedes la carta, lo que recomiendo, verán que los puntos 1 a 6 se establecen de una forma categórica, pero el punto 7 se expresa hipotéticamente, como si sus redactores ya dudaran de él, bajo la forma de un condicional:
“si el nuevo proyecto no suprime la materia [de religión] del horario lectivo ordinario, se requiere de la implementación efectiva de Historia y Cultura de las Religiones como alternativa real (y no solo nominal como hasta ahora) a la opción confesional, y asignada preferentemente al departamento de Filosofía”
No sé si esta es realmente la posición oficial de la SFPA, de la que formo parte, y si lo es, tampoco sé cómo ha llegado a serlo, dado el carácter evidentemente polémico del asunto, que pueden ustedes comprobar si leen los comentarios del blog. Lo que sí es seguro es que es la posición de la REF. Y es una lástima, porque sólo ese último punto séptimo puede dar al traste con todo el buen trabajo que han realizado hasta el sexto.
Si les soy sincero, creo que el único motivo para pedir esa asignatura son las horas que daría al departamento de Filosofía (aunque tampoco sé por qué una ‘Historia y culturilla de LAS religiones’ debería asignarse a Filosofía y no a Historia. ¿Es que no se atreven a pedir una ‘Filosofía de LA religión’?).
¿Y te parece mal que pidamos horas -me dirá alguien- a ti, que has empezado el post quejándote de que con la LOMCE pierdes más del 50% de tu horario? ¿Vamos a ser -he escuchado en alguna ocasión- los únicos gilipollas que no pidan horas para su departamento?
El problema aquí es que puede que seamos los únicos gilipollas que pidan gilipolleces, si se me permite la expresión, que es lo que sería una Historia y Culturilla de las Religiones como alternativa a la religión. Claro que hay pedir horas, pero no pidan mierda, señores, no pidan mierda.
Para no alargarme demasiado, trataré de concretar mi posición en los siguientes puntos:
- La primera razón para oponerse a la asignatura es lo que yo llamo el ’Teorema de la transferencia mariana’: Toda alternativa a una maría se convierte en una maría. En efecto, a nadie se le escapa lo que realmente ocurre en la asignatura de religión. Si aceptamos que la mayor parte de las horas del departamento sean de una alternativa a la religión y pretendemos que haya alumnos, más vale ser ‘comercial’. Póngase usted serio y dé su ‘Historia y Culturilla de las Religiones’ en 1º de ESO y al año que viene están todos en misa y usted… sin las preciadas horas. No creo que deba haber lugar alguno para ‘marías’ en el sistema educativo.
- La Filosofía no puede ser una ‘asignatura estrella’ que se dé en todos los niveles. Toda asignatura con contenidos filosóficos requiere una madurez mínima que, a mi juicio, sólo se empieza a dar a partir de los 15 años. No podemos pretender que el Departamento de Filosofía tenga ‘muchas horas’ sin que deje de ser de Filosofía. Nuestro Departamento no puede ser otra cosa que un Departamento pequeño, pero serio y fuerte. Quiero que quien tome la valiente decisión de estudiar un grado de Filosofía, pueda ganarse la vida enseñando filosofía de verdad, no un pastiche religioso-cultureta. Y digo que esa decisión es ‘valiente’ porque las perspectivas laborales que implica son escasas, y no puede ser de otra manera, aunque me duela decirlo. Si lo que quieres es un empleo, hay otras opciones mejores, amigo. Es un error (por otra parte comprensible) hacer una reforma de la Filosofía pensando en ‘colocar’ a todo el mundo. La inflación de profesorado de ‘filosofía’ producida por esta ‘alternativa’ acabaría por devaluar el departamento para siempre.
- La religión, desde un punto de vista histórico y cultural es importante… pero no tanto como para merecer la presencia que se le quiere dar. Ya se habla de eso en historia y en filosofía, y es suficiente.
- El problema no es que haya una Alternativa a la Religión en la que se pierde el tiempo, el problema es que hay Religión en horas lectivas, que nos lo hace perder. La libertad de culto garantiza que cualquiera que lo desee puede acudir al templo que le dé la gana y formarse religiosamente sin problemas y sin perjudicar a nadie. Y si me permiten ponerme Wittgensteniano, la religión pertenece a ese género de cosas sobre las que merece la pena callar en la escuela, y a quien más beneficia ese silencio es, precisamente, a la religión misma.
- Si nos dan una Historia y Culturilla de las Religiones, la mayor parte de las horas del departamento serán de una ‘maría’ cuya oferta dependerá de la existencia de la Religión. A partir de ese momento todo el personal contratado para hacer frente a la Historia y Culturilla de las Religiones estará tan interesado en la presencia de la religión en la escuela como el mismo Papa. La existencia de nuestro departamento pasará a depender de la existencia del departamento de Religión. Si eso ocurre, habrá que felicitar a la REF y a los que introdujeron el punto 7 en su carta.
Muy acertado Felipe. Totalmente de acuerdo. Si se pide mierda ellos nos dirán amén. No veo incompatibilidad alguna en reivindicar horas, y que además en éstas se imparta algo filosóficamente decente. Siempre he pensado que no deberíamos conformarnos con migajas, a pesar de mi condición de interino. Puede que no sea realista; pero para escampar basura, bastante tenemos ya con el sistema educativo vigente.
Gracias, Antonio.
Si nos ponemos wittgenstenianos y solo enseñamos «aquello de lo que podemos hablar», posiblemente desaparecerán todas nuestras asignaturas (y otras importantes). Pero la escuela no solo debe enseñar aquello «de lo que se puede hablar», ciencia, sino también otras cosas, pues el objeto es el desarrollo de la persona.
Quería aclarar este detalle, pues estoy en general de acuerdo con tu análisis. Yo he dado muchos años historia de las religiones como alternativa, y siempre me ha parecido que era una asignatura extraña para mí (no de filosofía). La historia de la religión (y el análisis de cada una de ellas) debería estar incorporada a la asignatura de sociales, en la que no se tiene que impartir únicamente historia, sino también economía, geografía, sociología, etc.. En este sentido, quizá tendría más sentido aumentar el número de horas de Sociales (con las horas de religión e incluso de ética) y permitir a los profesores de filosofía impartir esas horas.
De esta forma conseguiríamos que no existiesen “marías”, aunque tendríamos que tener mucho cuidado en no perder parte del contenido de la asignatura, que es lo que seguramente ocurriría. Quiero decir que, por ejemplo, una asignatura de sociales en 4º de ESO con 5 horas impartidas por un historiador quizá se reduzca a historia. Pero esto sucede porque pese a tantos cambios seguimos estructurando el sistema educativo de una forma cerrada inflexiblemente, sin la posibilidad a la intervención de varios profesores, el trabajo de proyectos y la atención personalizada.
Por otra parte, también es posible entender la filosofía como “filosofía para niños”. No solo para mayores de 15 años. De igual forma que los niños cuando estudian la asignatura de matemáticas no están ejerciendo de matemáticos (quizá están aprendiendo a sumar o restar), cuando están en la asignatura de filosofía tampoco tienen que ser filósofos. Y de igual modo que un niño pequeño no está preparado para hacer una demostración matemática, pero sí tiene una asignatura de matemáticas, también puede ocurrir igual en filosofía. Con esto quiero decir que si no se elimina la asignatura de Religión, la mejor alternativa sería la Filosofía para niños (claramente vinculada a nuestro departamento). Esta asignatura se centraría en aclarar valores, conceptos, con el método socrático. Evidentemente habría que dotarle de contenido y buscar procedimientos comunes, pero los niños más pequeños creo que también pueden reflexionar.
En resumen, la clase de alternativa debería ser de “filosofía para niños” (aprender a razonar) o incluirse en Sociales (aunque no creo que eso sea posible), habilitando a los profesores de filosofía para impartirla, pues no estamos hablando del nivel de bachiller.
En cualquier caso, comparto el respaldo a todas la petición realizada por la REF, pues creo que la unidad en nuestras peticiones es lo más importante, dado que se trata casi de una cuestión de supervivencia.
Gracias por tu comentario, Guillermo. Planteas cuestiones difíciles, acerca de las cuales hace tiempo venimos hablando en este blog, y además no creo que sean cuestiones menores. Estoy de acuerdo con lo que dices acerca de que la historia de la religión debería estar incorporada en sociales, pero no comparto en absoluto tus opiniones acerca de la ‘filosofía para niños’. No creo que la comparación con las matemáticas sea válida. De entrada lo que los niños estudian son ‘matemáticas’ no ‘matemáticas para niños’. Ambas cosas no suenan igual porque no son lo mismo. Las matemáticas tienen un valor propedéutico que no tiene la filosofía, nos pongamos como nos pongamos, y precisamente por eso son aptas y NECESARIAS para los niños. El niño que aprende a sumar, lo aprende con la misma eficacia que lo aprendería un adulto. La suma del niño no tiene nada que envidiar a la suma del adulto. Pero la filosofía no puede impartirse como tal filosofía, a secas, a los niños, porque la filosofía ni es apta ni es necesaria para los niños. Resulta que incluso los partidarios de hacerlo tienen que alterarla con el ‘para niños’. ‘Filosofía para niños’ no es filosofía. Lo que quiera que pueda contar como ‘reflexión filosófica’ en un niño no puede compararse a la reflexión propiamente filosófica, como sí que hay identidad entre la suma que hace un niño y la que hace un adulto. Estoy de acuerdo en que la labor filosófica tiene que ver con ‘aclarar valores, conceptos’, pero creo que la infancia es tan incompatible con la claridad como lo pueda ser una borrachera. Tratar de infundir esa claridad de valores y conceptos en los niños no sólo es una tarea imposible, sino además cruel, pues no podría consistir en otra cosa que en decirles que los reyes magos son los padres. No es otra la función de la filosofía.
Coincido contigo y celebro tu respaldo al resto de peticiones de la REF. En cualquier caso he de decir que la unidad es importante, útil y da fuerza, cuando se da; no cuando se finge. Un saludo.
Dice Platón que no hay que enseñar filosofía hasta los 30 años, porque los pequeños se comportan como cachorros que se toman la dialéctica como un juego. Si eso fuera así, quizá no deberíamos enseñar filosofía en los institutos. Quizá no tenemos razón en nuestras reivindicaciones. Sin embargo, pensamos que no es así, porque enseñamos a nuestros alumnos contenidos de gran valor, desarrollando actitudes y procedimientos importantes.
Pero eso no quiere decir que cada uno de mis alumnos sea, en sentido estricto, un filósofo; lo mismo que en la asignatura de matemáticas los niños no son pequeños matemáticos. Bajo el nombre de una asignatura se enseñan ciertos contenidos que se creen importantes, pero no se desarrolla esa actividad científica, artística o filosófica dentro del aula. Los niños cuando hacen una suma no están haciendo matemáticas, no están haciendo lo mismo que hacen los matemáticos en sus “puestos de trabajo”. Los matemáticos hacen demostraciones y no sumas cuando trabajan. Un niño hace igual de bien una suma que un mayor, pero también puede hacer igual de bien una definición o una reflexión. No será filosófica, pero tampoco es una demostración matemática lo que hace un niño, es un procedimiento aprendido. Lo que estudian los niños en el colegio también es “matemáticas para niños”, aunque no se diga. Lo que nos confunde es la utilidad que vemos en las matemáticas que no encontramos en la reflexión, pues creemos que a sumar nos tienen que enseñar, pero a pensar no tienen que hacerlo.
En definitiva, lo cierto es que hay contenidos importantes que se han quedado fuera del sistema educativo, y quizá la reforma educativa lo que debería es buscar cómo incorporarlos (y desde luego no con asignaturas maría). Nadie duda que hay que desarrollar la inteligencia lógica practicando hasta la saciedad las sumas. Pero, ¿y la inteligencia emocional?
Lo que quizá tengamos que pensar nosotros es: ¿cuáles son las sumas y restas de la actividad filosófica? ¿en qué elementos se puede dividir para enseñárselo provechosamente un niño de ESO que está a punto de ser capaz de pensar por él mismo? Yo creo que aquello que podamos enseñar siempre será más interesante y coherente que lo enseñaríamos en historia de las religiones. Por eso es por lo que decía que si no se elimina la clase de religión (que es lo deseable), lo mejor sería una asignatura que enseñase esos rudimentos de la filosofía y desarrollase la inteligencia emocional. Y no creo que hubiese ningún problema en llamarla filosofía (sin más aditivos), sobre todo teniendo en cuenta la facilidad con la que se pervierte esta palabra. Pero si no se quiere utilizar ese término, se puede llamar de otras formas, como por ejemplo “Aprender a pensar” (que puede incorporar incluso una parte de técnicas de estudio) o simplemente “Alternativa”. Unos se adentran en el autoconocimiento mediante la fe, y otros mediante la razón, si es que ambas cosas se pueden hacer dentro de una clase.
En definitiva, no soy un defensor empedernido de la “filosofía para niños”, no estoy del todo seguro si es posible desarrollarla en el aula, pero me parece más interesante y menos cruel que el resto de opciones. Aunque quizá tengas razón y lo más honesto sea renunciar a esas horas. O siguiendo a Platón, a todas las horas, pues es muy difícil encontrar alumnos que puedan reflexionar filosóficamente a esta edad.
Excelente. Comparto prácticamente todo lo que dices. Creo que ese punto 7 desluce una carta que en casi su totalidad (puntos 1-6) es una propuesta beneficiosa para el estado de la filosofía en la enseñanza, para aquellos que pretenden dedicarse a su enseñanza y para aquellos que la reciban. Es un único punto el que no compartimos de esa carta, pero no es una minucia. El asunto es grave, sobre todo, porque hay riesgo de que lo concedan -lamentablemente, creo que es el que más probabilidades tiene. Pero para no endulzar demasiado el comentario, señalaré un punto de tu comentario que no comparto del todo: se trata de la pretendida esencia «mariana» de la asignatura, que parece que nos preocupa tanto a todos, tanto los que están a favor de la materia como los que no. Que la materia sea una «maría» es lo más irrelevante de toda esta cuestión, las «marías» también cumplen su función y en cualquier sistema educativo debe haber espacio para ellas. Lo más grave del asunto lo has destacado en tu punto 2 y 5, estamos abriendo una grieta muy peligrosa: hacer depender la presencia de la filosofía de la enseñanza de la religión .
Gracias llximo. Afortunadamente Dios aprieta, pero no ahoga, y la esencia mariana siempre acaba instalándose en alguna asignatura, dando un respiro a los sufridos estudiantes. Pero creo que las ‘marías’ hay que dejarlas nacer, no hacerlas. Ciertamente lo de que sea una ‘maría’ es lo de menos y a veces en las ‘marías’ hasta se aprende. El argumento es ‘ad hominem’ porque los que defienden esa asignatura lo hacen bajo la premisa de que NO tiene que ser una ‘maría’, lo que a mi juicio es imposible.
totalmente de acuerdo con tus aportaciones a este tema ,que nadie se atreve a cortar de raíz ,pero de paso te digo que el griego no queda en mejor lugar ,luego! bienvenido al club de los malditos !
Benditos malditos
Actualmente estoy estudiando en una de las aisgnaturas de la carrera la ley orgánica de educación de 2006 y empezamos a leerla en clase la misma semana en que se anunció el cambio de ley(séptima reforma educativa desde que estamos en democracia). A mí me parece que tanta variación de la ley es marear la perdiz y marearnos a los que pertenecemos al sistema educativo, que directamente o indirectamente somos todos. No me extraña que se vayan a quitar horas de Ética, cuando se anunció que se reforzarían asignaturas como las Matemáticas o las lenguas clásicas, Latín y Griego. Sinceramente, me parece un flaco favor a la sociedad, porque si bien es interesante conocer de dónde proviene nuestro léxico-bendita etimología- y todo eso, creo que es más vital para la vida práctica saber cómo actuar ante las situaciones cotidianas, cómo enfrentarse a los conflictos, respetar a otras ideologías diferentes a la propia,… pero eso pasa, las ciencias y las letras parecen ser más importantes que la filosofía, la música o el deporte, al menos en nuestro sistema educativo. En cuanto a lo de Historia de las Religiones…no tenía ni idea de que se hubiera planteado una asignatura así. He dado religión toda mi vida y a día de hoy apenas sé nada de religión y menos de alguna que no sea cristiana, y muchos de mis compañeros detestaban la religión porque era obligatoria para nosotros(lo impuesto, en lo relativo a creencias y fe, no le suele gustar a nadie). Además, en mi opinión esa asignatura acabaría siendo Historia del Cristianismo, pues es la que tenemos más cercana y la que predomina en nuestro país. No sé, pienso que es una forma de llenar horas con una materia que ya ha ocupado mucho tiempo en las mentes de nuestros antepasados y que como bien has dicho ya ha estado presente y está en la Filosofía y la Historia.