Y, a pesar de todo, no nos vamos todavía. Nueva entrega.
27 mayo, 2017 Deja un comentario
la vida va espaciándose
otra vez bajo el cielo enrarecido
mientras que aceleramos.
Porque hay siempre algo más, algo espectral
como invisiblemente sustraído,
y sin embargo verdadero.
Gil de Biedma
Hay que despedir otro curso. Este comenzó como una gran incógnita: la reválida aparecía firme en el horizonte, pero ¿cómo sería? ¿temarios? ¿exámenes? Nada era seguro. En el mes de noviembre apareció el borrador donde se detallaban los contenidos de la reválida: tendríamos examen de Filosofía de primero, más las específicas y troncales de modalidad de segundo, Psicología e Historia de la Filosofía en nuestro departamento. La noticia fue efímera; un par de semanas escasas después el plan era el contrario: se anulaba la reválida, tendríamos una prueba «idéntica» a la del año anterior, lo cual era metafísicamente imposible, pues la materias que se cursaban no eran las mismas, sin embargo sí se mantenía la tendencia inaugurada por el funesto Wert: empujar la materia de filosofía hacia la marginalidad… Por fin en enero -¡ya casi en febrero!- supimos a qué atenernos ¡cinco meses después de comenzar el curso!
Con estos antecedentes lo primero que hay que agradecer es la paciencia y las formas educadas mantenidas en todo momento por los alumnos, un auténtico oasis de sensatez frente al desbarajuste político-administrativo. Como ya había advertido años atrás, los alumnos representan el papel de los irreductibles galos de Asterix frente al Imperio Romano -sistema político-administrativo- Se dicen a sí mismos «Están locos estos romanos» y siguen a lo suyo: la vida concreta, real, la de cada uno… la que vivimos y nos vive, la que tenemos que cuidar, la que nos va a cada cual, la que nos jugamos cada mañana y en cada decisión. ¿Y de los romanos qué?, nada, «esos, esos romanos están locos», quién sabe por dónde nos saldrán la próxima vez.
En las últimas semanas dicen que el viento empieza a ser favorable, y esos mismos romanos dicen ahora que la filosofía es muy importante, valiosa… y todos, sean del Imperio de Oriente o de Occidente, se deshacen en elogios y buenas intenciones. La filosofía volverá, dicen, a ser central en bachiller y en secundaria, pues, vienen a decir, que un mundo tecnológico sin base «humanística» sería como un gigantesco pollo descabezado. Uno, a pesar de nacer el primero de abril (Aprilscherz), se va convirtiendo en desconfiado pero se alegra y espera (las estrellas nos marcan) que esos vaticinios se cumplan a medio o corto plazo. De momento el próximo año ahondaremos en el bache.
Yo, ya mismo, me voy a poner con Spinoza con la esperanza de hallar alguna defensa contra la insensatez que como polvo en suspensión constituye la basurilla ambiental que nos penetra.
En fin, que ha sido un buen curso. Como dice el poeta «a veces ola y otras veces silencio«.
Un saludo a la afición.