II Olimpiada filosófica. De ovejas y Leviatanes.

El pasado sábado se celebró en Elche la segunda Olimpiada filosófica, organizada por la Sociedad de Filosofía de la Provincia de Alicante. De momento se ha hecho eco del asunto el diario información, pero seguro que en breve habrá alguna referencia más en la prensa. Sin duda el éxito de este tipo de actividades demuestra que la filosofía goza de buena salud en nuestros tiempos. Comparto completamente la valoración que del acto hace la SFPA y a ella me remito. Quisiera, sin embargo, comentar el acontecimiento a modo de espectador.
Sorprende, en primer lugar, la calidad de los participantes, sobre todo porque uno conoce de primera mano el sistema educativo que han sufrido; supongo que la inteligencia es tan difícil de extinguir como la estupidez. Es significativo también el hecho de que todos los concursantes compartían ciertas tesis de fondo. Como es sabido, el tema de este año era si debemos obedecer leyes injustas y, si no interpreté mal las distintas exposiciones, creo que podemos establecer los siguientes puntos de acuerdo entre ellas:
1) Todos los concursantes tendían, de un modo u otro, a vincular la justicia o injusticia de las leyes al régimen político en el que han sido aprobadas. Para expresarlo de una forma simple: en democracia las leyes son justas, y en el resto de regímenes no lo son.
2) Además de la justicia, también la obligatoriedad de la ley va ligada al régimen político. Dicho de otra manera, en democracia hay que obedecer y en los demás sistemas no necesariamente.
Por supuesto ninguno de los concursantes mantenía estas dos tesis en toda su pureza. Éstas más bien son una abstracción mía que, sin embargo, creo que recoge bastante bien el ‘espíritu’ de las diversas exposiciones. Según este ‘espíritu’ que creí percibir, la cosa quedaría como sigue: en democracia las leyes son justas y deben ser sistemáticamente obedecidas; mientras que el resto de regímenes son injustos y deben ser sistemáticamente combatidos. Sin duda la LOGSE ha cumplido su misión y eso que estos chavales, por edad, se han librado de la educación para la ciudadanía. Fue el catedrático de Filosofía del Derecho Manuel Atienza quien, con mucha suavidad, ‘regañó’ a los participantes acusándolos de ser ‘demasiado obedientes’. Por supuesto a los alumnos todavía les queda un largo camino por recorrer y tiempo tendrán para librarse de ciertos lastres. La cuestión es que ese concepto ambiguo, confuso y mítico de democracia como quintaesencia a priori de la justicia y fundamento definitivo de la obligación desprende un tufillo ante al cual es imposible no aflojarse la corbata. Y lo peor es la facilidad con la que se esgrime, la habilidad con la que nos lo cuelan y la rabia contenida con la que a veces nos lo tiran a la cara.
En manos de estos jóvenes pensadores está aprender a trasquilar ovejas, a ver si resulta que alguna oculta un Leviatán.
P.D.
No puedo dejar de agradecer a los 40 participantes de la Olimpiada su esfuerzo y su honestidad intelectual, gracias a los cuales todos pudimos disfrutar de una estimulante velada filosófica. Espero que su ejemplo cunda y que el año que viene se animen muchos más a participar. Quisiera por fin, a nivel personal, agradecer su participación a las alumnas del I.E.S. La Foia de Ibi Sandra Reche y Sara Yousfi -esta última galardonada con el tercer premio- por sus trabajos y el esfuerzo con el que se han ocupado de un tema tan difícil como el planteado.
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No creo que el error de los participantes fuera que aceptaran que las leyes en democracia son justas. El error fue asumir que puede existir de verdad justicia. La justicia es relativa.Por otro lado, creo que los que participamos no aceptamos aquel dia la democracia como el modelo perfecto y justo. Simplemente no tenemos otro marco político en el que basarnos (o una democracia, o una autocracia, ya sea militar o religiosa, no habia mucho mas donde elegir, la verdad). Cuando solo podemos elegir entre una opción mala, y otra muy mala, pues lo lógico es que usemos la mala, y que ninguna conspiración judeomasónica sea la que mueva los hilos para que argumentemos que la democracia es chupiguay.También destacar que si la memoria no me falla, nadie argumentó que en democracia todas las leyes son justas. Es más, si la pregunta era si debiamos desobedecer leyes injustas, la exposición se nos habría quedado un poco corta, ¿eh?No tergiversemos argumentos, porque si hay algo peor que un sistema tan malo como es el de la democracia (que ya es bastante defectuoso), es el intentar destruirlo sin tener un reemplazo eficaz. Me siento orgulloso de haber estado allí, y sin intentar poner palabras en la boca de los concursantes (no como otros, por lo que veo) creo que puedo afirmar que no había ningun titiritero manejandonos desde las sombras.Y luego ya como observación muy personal, como alumno que soy, creo que deberiamos dejar de echar las culpas del bajón escolar a la LOGSE (que ha hecho que el nivel baje, no lo niego), y centrarnos en los padres. Una generación de lerdos no la provoca una ley, sino años de deficit de atención y enseñanzas familiares. Deberiamos echarnos a temblar cuando esta generación crie a la siguiente. Apocalipsis.Bueno, me despido para el que quiera leerme. No sé si se publicará este comentario, pero no lo he escrito con afán destructivo… pero no soporto que pongan palabras en mi boca que no son mías.Gracias por vuestro tiempo.Fdo: Alguien que estuvo allí.
Bueno, no era mi intención poner nada en boca de nadie. Ya advierto en el texto que lo que afirmo difícilmente lo admitiría cualquiera de los ponentes y que se trata de una abstracción. En todo caso reconozco la injusticia de mis 'abstracciones' e invito a que se lean los trabajos originales que están publicados en la página de la SFPA. El problema no está en realidad en la democracia misma, sino en el concepto de democracia y en que no parece estar tan claro como podría dar a entender la facilidad con la que se usa. Pretender aclarar el concepto de democracia o rechazar un concepto vago de la misma no tiene nada de antidemocrático ni supone intentar destruir la democracia. Todo lo contrario. No sé si habrá alguna conspiración -judeomasónica o no- que mueva los hilos para que argumentéis que la democracia es chupiguay o que 'una generación de lerdos no la provoca una ley', pero a lo peor sí que hay algún 'genio maligno'… O no. Pero nunca viene mal cierta desconfianza, sin llegar, claro, a la paranoia. Bueno, para terminar simplemente agradecerte tu comentario que sin duda enriquece esta entrada y contribuye a dar una visión más completa de lo que fue la Olimpiada, al tiempo que es una muestra de que no toda vuestra generación está compuesta por lerdos.
Sí, Zapatero y sus ministros también le echan la culpa a los padres. Parece que agotada la excusa de la poca preparación y voluntad del profesorado, se ha pasado a culpar a los padres. Padres, ambiente social, crisis económica, profesorado, todo valdrá antes de decir, simple y llanamente, que con una buena ley educativa, el nivel sería otro muy diferente. Decir que una generación de lerdos no la provoca una ley significa ignorar todos los datos sobre el drástico descenso de nivel de conocimientos que se da justo a partir de la instauración de la LOGSE. Ni antes, ni después. Por otro lado, estoy con Felipe en que los concursantes casi que partían del hecho de que sólo tiene sentido el debate acerca de la desobediencia civil en el marco de una democracia – puesto que en una dictadura se da por sentada la legitimidad de tal postura – . Obviamente, la cosa no es tan sencilla. Pero vamos, que estuvo muy bien el debate.
Bueno, yo soy la ganadora (ego, ego), y puedo afirmar rotundamente que NINGUNO de nosotros afirmó tales cosas. Dicho esto, paso a comentar algunas cosas.Lo primero es que es aberrante pensar que en un sistema de gobierno no democrático es viable la desobediencia civil como método efectivo. Sería efectivo en ese caso si se llevase a cabo a nivel internacional y hubiese un organismo superior al propio Estado que fuese capaz de controlar a este.Lo segundo es que la justicia de una ley depende tan sólo de la ley misma (no así su legitimidad), ya que incluso en estados totalitarios y altamente opresores pueden existir leyes justas (ésta es mi opinión personal, hubo quien no la defendió, y eso HAY que señalarlo).Lo tercero, la ley debe obedecerse si es justa, sea en el régimen que sea. Si no lo es, hay que propiciar un cambio, primero dentro de la legalidad, y si no se consigue, fuera de ésta, mediante la desobediencia civil.De todas formas, no creo que la Educación para la Ciudadanía intervenga notoriamente en esta concepción de obediencia o desobediencia, partiendo del punto de que la gran mayoría (por desgracia) hace caso omiso a lo que los profesores intentan inculcarles en las duras molleras.Atienza, y ahora hablo por mí, expuso una tesis bastante bastante clavadita a la mía, así que no creo que sea justo decir que nos regañó, cuando incluso cogió algún ejemplo propuesto por otros de mis compañeros.Y sí, tal vez somos demasiado ingenuos al pensar que un régimen democrático es un gobierno "bueno"… El problema es, como apunta el primer comentarista, que nosotros elegimos lo "menos malo". No somos Platón, ni presuponíamos la eterna bondad humana, ni la infalibilidad del sistema o de sus leyes. Simplemente elegimos un modelo teóricamente más justo que los otros.Y bueno, ya casi para terminar, añadiré que yo también he sido sufridora de un sistema educativo en constante reforma (creo que 4 desde que yo estoy viva, van ya), y es cierto que el nivel ha bajado. Y por eso creo que es problema de la maldita manía de querer que todos tengamos un nivel de inteligencia igual. Siempre han existido los tripitidores, los abandonos escolares, los fracasos estrepitosos, y nunca pasó nada. Ahora todos tenemos que tener un título de bachillerato para ser algo, y lo que se consigue así es que ese título no valga para nada. Si además de bajar el nivel una vez, se va bajando poco a poco para adaptarse al alumnado cada vez menos trabajador e interesado, tenemos la hecatombe de secundaria que hay hoy día.Pero, también creo como ya han apuntado, el problema no viene del gobierno, viene de casa. Yo cumplo 18 en 3 semanas, y mi primo de 12 sale hasta varias horas después que yo (y no hablo de 11 a la 1, hablo de 3 a 6 de la madrugada). Conozco a chavales que quedándoles 9 les compran una moto "para motivarlos" (consiguiendo que el susodicho se toque la entrepierna y logre lo que desea igualmente). Conozco a niños que tratan a sus padres como amigos, insultándoles, contestándoles, etc. He visto a alumnos contestar a profesores de manera que a mí me da vergüenza ajena que algún padre críe a un niño con semejante comportamiento.Y puedo poner un sinfín más de ejemplos.El problema viene de casa, y si no se ve a tiempo, miedo me da el futuro que nos espera.Mi comentario viene a tener el mismo motivo que el de el primero: no me gusta que pongan palabras en mi boca.Un saludo, y ánimo a la próxima generación de bachilleres a participar en esta enriquecedora experiencia.
Bueno, espero que poco a poco tengamos el honor de recibir comentarios de todos los concursantes desmintiendo el post. Estoy por borrar la advertencia de que ninguna de las tesis podría ser aceptada por los concursantes para ver si se animan los que faltan…Por cierto, me ha gustado mucho tu blog, Forgiven Princess, lo recomiendo:http://theforgivenprincess.blogspot.com/
el problema con los padres es precisamente que se les lanzó a finales de los 80 el mensaje de que ya no se tendrían que preocupar duramente de la educación de sus hijos. eso lo iba a hacer el nuevo sistema, que además les daría todos los derechos para reclamar, etc., frente al malvado profesor. la vida ya no iba a ser exigente… en el tema de la disciplina, también se cambió el criterio. no es que antes no hubiera casos graves de disciplina, o incluso más graves, aunque más concretos que la indisciplina y falta de educación general de hoy en día. pero la víctima no era el culpable. y de hecho se le ponía mejor remedio que hoy en día. hablo de los 70 y 80, cuando hoy en día España es más rica y tiene más años de vida colectiva en democracia, lo que hace aun más triste y ridícula la situación actual. el sistema educativo aguantó como pudo hasta el 2002. esto está en las estadísticas. bajó la calidad, pero no tanto el fracaso escolar. la LOCE quiso mejorar la calidad. ahora, desde el 2002 (año en que los IES controlados por el Psoe y IU se opusieron con banderas tricolores y comunistas y nacionalistas a la Loce), el sistema ha caido en picado, especialmente desde 2005 y la Loe. en calidad, y también en cantidad. en calidad, hasta quedar fuera en algunos parámetros de los países de la OCDE. y en cantidad, superando el 30% de fracaso escolar, alejándose hasta en 10 puntos o más de la media europea y quedando muy lejos de los objetivos de Lisboa. por no hablar en efecto tb del valor profesional, laboral, etc., de los títulos que se obtienen, y del nivel de las universidades.&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&en cuanto al debate de las leyes, la justicia, la democracia. en mi opinión, las leyes no tienen que ver con la justicia, sino con la equidad. esta distinción viene de Aristóteles. la justicia total, categórica, absolutamente universal o homogénea no existe, y su pretensión es un peligro político que en el siglo XX ha sido conocido como totalitarismo. una dictadura militar no es un totalitarismo. un totalitarismo va más allá. es dudoso de que en un sistema totalitario pueda haber leyes justas, en el sentido real de justicia. en una dictadura militar, podríamos aceptar el caso, pero es dudoso de que se le puedan llamar leyes. solo aquellas mínimamente sensatas, en economía, o en educación, reciben hoy en día popularmente el nombre de "leyes" dentro de lo que fue el franquismo, como tb por ejemplo la Ley de Sucesión, por la cual el Rey actual quedaba como sucesor de la Jefatura del Estado ostentada por el general Franco, dando inicio legalmente a la transición a una nueva Constitución democrática. a lo demás, no se le llamaba ley, no al menos como llamamos ley o tendríamos que llamar ley a una ley elaborada y aprobada en democracia.por lo demás, no entiendo qué se quiere decir con que la democracia "es mala". esto es otra extraña concepción de la justicia o la bondad. precisamente quizá lo q sea malo a veces sea considerarla como un mal menor, y no como un bien.en fin, las leyes se cumplen por ser leyes, no por ser justas. si para cumplir una ley tenemos que hacer un debate sobre su justeza, apañados estaríamos. en democracia, el debate se supone q se ha hecho antes, y se sigue haciendo paralelamente, hasta poder cambiarla, pero entre tanto se cumple la ley. o se incumple. pero no por injusta.en esto, es cierto que, como dice SPINOZA, puede llegar un punto en el que la ley sea tan estúpida que su cumplimiento es casi imposible, o sea, que su simple incumplimiento supondría una rebelión. aquí la democracia ha perdido realmente su sentido y estaríamos hablando más bien, sustancialmente, de algo tendente a una tiranía. saludos,ximo brotons