La maldición de la filosofía
8 enero, 2025 3 comentarios

¿Arremeter contra los límites del lenguaje? El lenguaje no es una jaula.
Ludwig Wittgenstein. En Waissmann. Conversaciones con Wittgenstein.
Esta segunda lectura completa y compartida [Felipe, Ernesto, Arturo, Pablo] ha tenido momentos placenteros: de una parte, quizás el haber llegado a una explicación semi-coherente de los enigmáticos objetos simples; de otra parte, las entretenidas tardes emborronando hojas y hojas con el operador (N) ( p|q , ni p ni q ) convenciéndome a las bravas de la forma general de la proposición.
Gracias a Arturo por haber advertido mi error en el cálculo de potencias al aplicar el “segundo bicho” ( 4.42). A Ernesto siempre atento a la aclaración y corrección de la combinatoria. A Felipe ayudando a aclarar el sentido de muchas cuestiones relacionadas con la teoría lógica y la filosofía de la ciencia, a la vez que enredando con el holismo y la dialéctica hegeliana, a Pablo que siempre advirtió los objetos simples como límites inalcanzables, a pesar de mi insistencia en apresarlos relativamente.
Algo creo haber comprendido:
a) el carácter instrumental –operacional, no descriptivo de la lógica, la matemática y las teorías científicas.
Y b) lo más importante, la distinción entre el decir y el mostrar –aquello que no puede ser dicho [ pues no representa, ni puede representar, ningún estado de cosas ] y sin embargo, se muestra – se muestra actuando y en el actuar. Por eso tiene sentido el último aforismo que manda callar, callar acerca de lo bueno, de lo bello, o del sentido último de la vida, en suma de lo místico, pero no nos remite a la contemplación beatifica, bobalicona o feroz, sino que nos remite a la acción atenta.
Si debo destacar algo fundamental de este libro es la separación entre el ámbito de lo casual y decible (los hechos) del ámbito de la necesidad, no decible, pero mostrable (la lógica). Desde esta separación la filosofía es un acto desesperado, la desesperación del debatirse sin salvación posible entre dos nulidades; entre el sentido carente de valor de los hechos (ciencia) o el valor absoluto de lo carente de sentido (la mística).
Esto ha sido un año y medio de lectura y debate semanal de Tractatus lógico-philosophicus de Ludwig Wittgenstein.
En la próxima lectura también hablaremos de todo lo que deberíamos callar.




